La Comisión Constitucional del Senado ha aprobado este martes y enviado al Pleno de la Cámara el texto de reforma del artículo 135 de la Carta Magna para limitar el endeudamiento de las administraciones públicas. Socialistas y populares no han admitido ninguna de las enmiendas de los demás grupos parlamentarios, que volverán a ser debatidas en el Pleno del miércoles.

Al comienzo de la sesión, el presidente de la Comisión, Fernando López Carrasco, ha notificado a los senadores la decisión de la Mesa de la Cámara de no admitir a trámite cinco enmiendas, como ya ocurrió en el Congreso, por considerar que vulneran el espíritu de la reforma. Sin embargo, sí que han superado el filtro dos propuestas de ICV que piden la celebración de un referéndum, aunque han sido rechazadas en la votación en Comisión.

Tampoco se han aprobado las otras 22 que habían presentado CiU, ERC, PNV, BNG Y CC. Pese a ello, todas volverán a debatirse mañana y cada grupo tendrá oportunidad de defender en profundidad sus propuestas de modificación de la Constitución.

Durante el debate de este martes, tanto PSOE como PP han defendido la legitimidad y necesidad del acuerdo y han rechazado las críticas por falta de consenso en torno a la reforma. «La reforma no es un capricho, es una necesidad para avalar nuestro crédito, para aumentar la confianza económica en España y para propiciar y facilitar soluciones a las instituciones europeas», ha subrayado el representante socialista, José Ignacio Pérez Sáenz.

El senador riojano ha defendido el procedimiento por el que se ha aprobado la reforma de la Constitución y ha emplazado a ser conscientes de su «urgencia y excepcionalidad», aunque ha hecho hincapié en que «urgencia puede ser compatible con solidez». Sin embargo, ha reconocido que hubiera sido bueno buscar un consenso más amplio «si se hubiera tenido tiempo» y que la consulta a las comunidades autónomas «es algo que hubiera sido enormemente importante».

En el mismo sentido se ha manifestado la representante del PP, Elvira Rodríguez, que ha sostenido que la reforma supone una mejora del texto constitucional en materia financiera y presupuestaria y ha defendido que los políticos tienen que responder a los ciudadanos con actitudes que garanticen una adecuada gestión pública.

«Si nos dedicamos a discutir de otras cosas y hablar de cuestiones que no vienen al caso defraudaremos a lo que esperan de nosotros», ha insistido antes de asegurar que mucha gente apoya este consenso entre PSOE y PP para garantizar el límite de endeudamiento.

Oposición de los nacionalistas

Frente a este apoyo, la reforma se ha encontrado con la oposición del resto de fuerzas políticas, que han censurado tanto su contenido como el procedimiento por el que ha sido aprobada. El portavoz del PNV, Joseba Zubia, ha mostrado su sorpresa por la reforma de la Constitución cuando hasta hace tan sólo unos días era «un tema tabú» y ha censurado que socialistas y populares hayan excluido del acuerdo a los demás grupos políticos.

Por su parte, el senador de CiU Ramón Alturo ha insistido en que su formación no está de acuerdo ni en el fondo de la reforma ni en la forma en la que los dos grupos mayoritarios la han llevado a cabo y, aunque ha dejado claro el compromiso de CiU con la estabilidad presupuestaria, ha mostrado sus dudas de que sea posible garantizarla a través de la Carta Magna.

«¿Por qué tanta prisa?, ¿por qué no ha habido diálogo? -ha preguntado-. Reformar la Constitución requiere calma, sosiego y sobretodo consenso. Es inaudita una reforma de la Constitución en cuatro días».