Desescalando y escalando

05/06/2020

Maite Vázquez del Río.

A medida que el covid-19 parece irse aletargando, no sin el miedo subconsciente de un rebrote que nos lleve a lo mismo, hemos comenzado la desescalada a través de fases y territorios. La pandemia nos ha separado y dividido por territorios y metido en nuestras casas. La desescalada va por fases, nos lo hemos aprendido al dedillo, y aquellas zonas donde más castigó la enfermedad son las más rezagadas. Disfrutar de los paseos por primera vez, de la primera caña, de hablar con el vecino en plena calle, aunque con la mascarilla puesta… todo se valora mucho más porque lo habíamos perdido todo.

Lo que sí nos queda claro es que ya nada volverá a ser lo mismo. Nos hemos vuelto más pulcros, buscamos las medidas higiénicas que nos preserven y muchos hasta se han vuelto intransigentes con quienes se saltan las reglas creyendo que todo es igual que antes o que son inmortales y que a ellos no les va a tocar. ¿Desescalamos o escalamos?

Y claro está, llegamos a nuestros políticos. Los que están en el Congreso y en el Senado porque nosotros les votamos y tenemos lo que nos merecemos. Y en las Cámaras Alta y Baja, en las declaraciones ante los medios de comunicación, en cualquier foro que les escuche, queda claro que ahí, en el ámbito político, hay escalada. Lamentable espectáculo ante todos los desafíos con los que nos encontramos en la llamada «reconstrucción».

La escalada de insultos, de «y tu más y peor»; la escalada de mala educación, la escalada de la prepotencia, de los equivocados son los otros, de los que cometen errores son los otros, de que todo el Gobierno debe dimitir… poco ayudará al llamamiento de responsabilidad que estamos haciendo los ciudadanos confinados y arrinconados.

El odio ciega tanto en las palabras que escuchamos, que vemos en las redes sociales, que poco margen deja a la recuperación de todo lo que hemos perdido. Y ya he dicho que lo hemos perdido todo, no solo la libertad de movimiento, sino de todo lo que hacíamos antes y que nos hacía sentir libres. Se han perdido millones de puestos de trabajo, de empresas pequeñas y medianas, de autónomos que no saben dónde encontrar una salida…

Todos hemos perdido con unos políticos que no saben estar a la altura. Metidos en rifirrafes de informes, insultos, mala educación… ¿en qué país ha pasado lo mismo? ¿en qué país se han puesto en combate sus diputados y senadores? España sigue siendo diferente, hasta en eso.

¿Te ha parecido interesante?

(+9 puntos, 9 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.