Ivanovic pudo finalmente contar con todo su arsenal. Marcus Haislip reapareció tras cinco semanas de baja por una rotura fibrilar, y Martin Rancik superó la lumbalgia que le ha impedido jugar los dos últimos partidos de Liga, hasta tal punto que acabó siendo clave para su equipo, con 20 de valoración y 24 puntos anotados, pero no fue suficiente para batir a los visitantes.

El conjunto baskonista ofreció dos caras bien distintas en los primeros diez minutos de partido, en los que tras lograr una ventaja de 10 puntos a 2:50 para el final, terminó el cuarto perdiendo de dos (22-24).

Todo parecía encaminado para el conjunto vitoriano, que se mostraba entonado en defensa y en ataque, con buenas transiciones, aunque abusando en exceso de los triples. Uno de Huertas lograba ampliar su ventaja en el luminoso (18-10), y, a continuación, Ribas ponía el 20-10, la mayor ventaja de los de Ivanovic.

Era el comienzo del fin del dominio baskonista. A partir de ese momento, y con la salida de Begic –máximo anotador de los suyos con 18 puntos– a cancha, el Zalgiris se fue creciendo, primero para empatar (22-22) y luego, tras firmar un parcial de 2-12 en los dos últimos minutos, para concluir el cuarto con ventaja en el marcador (22-24).

Este parcial desfavorable se transformaba en un 2-17 gracias a un ‘2+1’ de Pocius en los primeros compases del segundo cuarto (22-27). Una canasta de Rancik daba inicio al despertar del letargo en el que se había sumido el equipo baskonista, que con Marcelinho como director y Ribas como ejecutor, se rehacía y lograba de nuevo ponerse por delante (37-36).

Pero el Zalgiris observaba sin presión y sin apenas inmutarse la reacción de su rival y, tras un triple de Teletovic a 2.17 para el final (40-39), fue adueñándose de nuevo del partido, ayudado por algunas faltas (Jankunas y Watson) que fueron protestadas por el Buesa Arena. El enfado de Ivanovic no impedía, sin embargo, que su equipo llegase al descanso con la misma desventaja de dos puntos con los que acabó el primer tiempo (41-43).

Se reanudaba el choque y el Caja Laboral seguía sin sentirse cómodo sobre su cancha. Todo lo contrario que el Zalgiris, que con un Pocius brillante en este tercer cuarto, endosó 21 puntos al conjunto vitoriano, que en ningún momento pudo ponerse por delante en el marcador. Un triple de Marcelinho Huertas en el último minuto permitió que la ventaja lituana fuese sólo de un punto (63-64) al finalizar el tercer cuarto.

Tímida reacción y derrota

Un triple de Bjelica dio alas al Baskonia nada comenzar el último periodo (66-64), pero ese buen arranque no tuvo continuidad. El Zalgiris, liderado por Pocius y apoyado en el rebote ofensivo y en los buenos porcentajes de tiro, volvía a irse en el marcador. Sólo Martin Rancik era capaz de responder a las acometidas del juego interior lituano. Un triple del ‘temporero’ daba un atisbo de esperanza a los vitorianos (84-86), pero San Emeterio, que no tuvo su noche, se iba al banquillo con la quinta personal.

El final se alargaba y tras dos puntos de Huertas, el acierto del Zalgiris en los tiros libres terminó conduciendo a lo que ya era inevitable, la derrota del Caja Laboral, resultado pone en peligro la clasificación de los baskonistas para el ‘Top 16’ como primero de grupo. La próxima jornada deberán rendir visita al Partizan, que venció al Asseco Prokom e iguala el balance del equipo de Ivanovic.