No sé si será bueno o será malo, pero sí sé lo que ha sido: impresionante. Si sólo observamos los cierres, puede parecer una sesión del montón, con caídas relativamente fuertes incluso respecto al pasado viernes (el lunes fue festivo en Estados Unidos), pero si tenemos en cuenta otros factores, la sesión ha sido una auténtica revolución en la espiral bajista en la que andan enredados los mercados.

Primera consideración. La caída razonable de los índices americanos se produce después de que el Dax haya perdido más de un 7% en dos días. Segunda consideración: los índices apuntaron hacia el derrumbe durante buena parte de la sesión, con pérdidas superiores al 2,5% incluso después de que se conociera un imprevisto por positivo dato del ISM de servicios. Tercera consideración: desde un poco antes de los cierres europeos, la bolsa americana emprendió el camino hacia la montaña y a punto estuvo en el caso del Nasdaq de terminar en positivo.

¿Y ahora qué? Por lo pronto, el dato del ISM alivia relativamente los temores respecto al inmediato futuro de la economía estadounidense. No es mucho, pero algo es algo. Para continuar, a partir de mañana podremos comprobar si existe «efecto arrastre» en las Bolsas europeas. Salvo debacle, los mercados europeos deberian orientarse al alza mañana mismo y tratar de corregir la impresionante caída de los dos últimos días. Luego ocurrirá o no, pero eso es lo que dice la teoría.

Una pista, el volumen de la sesión ha sido más que aceptable, lo que en teoría significa que las manos fuertes han cargado las alforjas de cara a que el próximo jueves Obama desgrane el plan para reactivar el empleo en la primera potencia mundial. Otra pista, los tres índices cerraron en zona de máximos del día, lo que suele representar ganas de seguir con esa inercia.

En definitiva, nunca una sesión con cierres en rojo me había gustado tanto. El Dow Jones se dejó un 0,90%, el S&P 500 un 0,74% y el Nasdaq apenas un 0,20%. Increíble que esté satisfecho con una sesión en la que el Dow se ha dejado 100 puntos, pero así es. Luego pasará cualquier cosa, pero a mí me ha gustado.