Los chicos tienen 3 veces más riesgos de sufrir adicción a las apuestas online

11/06/2020

Miguel Ángel Valero. Las chicas muestran niveles de adicción más elevados y también mayores conductas de riesgo de dependencia con el móvil y con las redes sociales, según un estudio de la Universidad de Valencia y Fundación Mapfre. //  Detección temprana y prevención de adicciones tecnológicas en adolescentes

Los adolescentes varones, especialmente los que tienen entre 15 y 16 años, tienen más riesgo de desarrollar una adicción a las apuestas online, según el estudio Detección temprana y prevención de adicciones tecnológicas en adolescentes, realizado por la Universidad de Valencia y Fundación Mapfre.

Esta iniciativa ha desarrollado el primer test para detectar de forma temprana y prevenir adicciones tecnológicas vinculadas a los videojuegos, al teléfono móvil, a las redes sociales y a la adicción al juego a partir de los 11 años.

El TecnoTest, disponible de forma gratuita en la Fundación Mapfre, utiliza 24 preguntas, 12 de ellas clave, que permiten identificar tres niveles de uso de las tecnologías por parte de los jóvenes: uso adecuado, es decir, aquellos que hacen uso de las tecnologías sin presentar criterios de adicción, que son la mayoría de adolescentes; aquellos que tienen algún criterio que indica que pueden estar en riesgo de adicción a alguna de las tecnologías y que, por lo tanto, conviene que sigan ciertas pautas de uso para prevenir adicciones futuras con la ayuda de un orientador o profesor; y tercero, quienes se tiene la sospecha de que pueden tener un problema de adicción, lo que significa que no solo hacen un uso excesivo de las nuevas tecnologías, sino que les está interfiriendo en su desarrollo personal y que por lo tanto necesitan una evaluación más en profundidad por parte de un especialista para que les ayude a retomar el control y revertir la situación.

El test, de 3-5 minutos de duración, está diseñado para ayudar a psicólogos, médicos/as y profesores, y dispone de pautas claras para contribuir a prevenir la adicción para cada una de las tecnologías y del juego.

El 18,3% de los chicos, frente al 2,2% de las chicas, practica el juego online como una forma de ocio y para estable­cer relaciones sociales. Los que ya sufren la adicción (1,22%) son conscientes de que deben dejar de jugar, pero reconocen que necesitan apostar cada vez más para conseguir los efectos deseados, lo que les provo­ca pérdidas económicas. También admiten que en alguna ocasión han mentido sobre su implicación en el juego y que necesitan a los demás para que lo financien, la única forma para solventar las deu­das contraídas.

Los chicos prefieren los videojuegos (17% frente al 2,2% de las chicas), sobre todo en la franja comprendida entre los 11 y los 16 años (23%) y principalmente porque les permite demostrar habilidades de estrategia, así como “competir y ganar”. Quienes eligen esta forma de entretenimiento optan por videojuegos de rol en modalidad multijugador masivo, potencialmente más adictivo que el juego offline. Los videojuegos se promocionan a edades tempranas y representan una parte importante del ocio de los más pequeños, probablemente en detrimento de otras actividades lúdicas necesarias para el desarrollo y la maduración óptima.

El móvil se ha convertido en el principal “objeto de deseo” de los adolescentes españo­les, con independencia del sexo, edad y lugar de residencia. Las chicas muestran niveles de adicción más elevados que ellos (8,2% vs. 3,2 %) y también mayores conductas de riesgo de dependencia (24,7 vs. 12,0 %), lo que puede deberse a que la principal función del móvil es la comunicación instantánea en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Por edades, los jóvenes con mayor dependencia al teléfono móvil tienen entre 18 y 20 años y aquellos con mayor riesgo de adicción, se encuentran en la franja comprendida entre los 15 y los 16.

Al igual que ocurre con el móvil, las chicas también muestran niveles más altos de adicción (8,9% frente a 4,2%) y de riesgo de dependencia (25% frente a 13,1%) de las redes sociales que los chicos. Los investigadores de la Universidad de Valencia creen que se debe al hecho de que a través de las redes ellas muestran “mayor dependencia al grupo” y “con­formidad con las normas”, necesitan la “aprobación” y estar presentes en la comunidad virtual.

El informe revela que la “autoestima” de muchas de ellas depende de la cantidad de “likes” que obtienen o de los comentarios de aceptación del grupo de iguales. WhatsApp es la principal herramienta de comu­nicación que utilizan los adolescentes. Por edades, los que sufren mayor dependencia a las redes sociales son los adolescentes que tienen entre 15 y 16, lo que según los expertos es congruente con la etapa evolutiva en la que se encuentran, que se caracteriza por la “conexión permanente con el grupo de iguales”, un factor “muy importante” para todos ellos.

Silenciar el móvil y conocer el gasto económico

“Para evitar una adicción a las nuevas tecnologías es clave consolidar un hábito de uso que nos devuelva el control y evite que amigos y conocidos decidan por nosotros acerca del tiempo y la forma”, opina Antonio Guzmán, director de Promoción de la Salud de Fundación Mapfre.

Es clave “aprender a reconocer” una adicción y “compartirla” con un adulto para poder recibir ayuda de inmediato.Recomienda a los adolescentes que marquen un horario semanal que les permita programar el tiempo de juego, que eviten jugar con el objetivo de “escapar” de los problemas de la vida y que no abandonen sus responsabilidades y aficiones anteriores.

El director de Promoción de la Salud de la Fundación aconseja también que los jóvenes establezcan varios momentos al día para revisar los WhatsApp, silencien las notificaciones en algunos momentos (durante el estudio, los encuentros familiares o la asistencia a espectáculos, entre otros) y sean conscientes del gasto que realizan. Para reducir el riesgo de adicción a las redes sociales, ha indicado, además, la importancia que tiene “reforzar las amistades y dejar en un segundo plano la motivación superflua de ampliar la red social virtual, no utilizarlas para escapar de los problemas e intentar actualizar el estado o cambiar la foto de perfil solo una vez al mes”.

“La necesidad de usar las tecnologías para llevar a cabo actividades que antes de la pandemia podían hacerse de forma alternativa ha hecho que muchos adolescentes no solamente las utilicenmás que antes, sino que también puedan llegar a depender de ellas con mayor intensidad después de que pase la crisis sanitaria”, subrayan Mariano Chóliz y Marta Marcos, investigadores de la Unidad de Investigación, Juego y Adicciones Tecnológicas, de la Universidad de Valencia y autores del TecnoTest.

“Habrá que estar atentos a que estos nuevos patrones de conducta no generen o agraven las adicciones tecnológicas en los adolescentes”, ya que el confinamiento puede haber favorecido que se juegue más online y que se incremente, por lo tanto, el riesgo de adicción.

¿Te ha parecido interesante?

(+3 puntos, 3 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.