39.613,17 euros es la cantidad exacta que Francisco López ha pagado de más en concepto de intereses. Y es que desde hace más de 20 años el afectado, técnico comercial de Barcelona, ha seguido pagando las cuotas de la tarjeta de crédito “revolving” Barclaycard Oro que contrató.

En 1999 tuvo que recurrir a la tarjeta comercializada por Citibank, emitida actualmente por WiZink Bank. “Me separé y me tuve que agarrar a donde podía”, explica.

Tras años usándola diariamente para gastos habituales, se informó y descubrió los peligros de este tipo de financiación. Dejó de utilizarla, pero la deuda, situada en torno a los 10.000 €, seguía sin disminuir apenas pese a abonar las cuotas correspondientes, suponiendo un auténtico quebradero de cabeza.

En marzo de 2019 decidió poner fin a esta situación al observar el elevado tipo de interés aplicado y contactó con Reclama Por Mí, despacho de abogados especialista en reclamaciones de tarjetas revolving y microcréditos, para reclamar a WiZink y cancelar todos los intereses aplicados desde el inicio del contrato por ser abusivos.

Tras analizar su caso, Reclama Por Mí informó al afectado de que, en caso de anular el contrato del crédito, no solo conseguiría eliminar los  9.000 € restantes de la deuda, sino que además WiZink estaría obligada a devolverle alrededor de 40.000, cantidad abonada de más en concepto de intereses.

En primer lugar el despacho de abogados intentó negociar la deuda de manera amistosa y, ante la negativa de la entidad, acudió a la vía judicial.

Como resultado, el Juzgado de Primera Instancia número 81 de Madrid ha condenado a WiZink Bank a anular el contrato de esa tarjeta de crédito revolving y a devolver a Francisco los más de 39.000 € de intereses. De acuerdo a la propia sentencia, se condena a la entidad por falta de transparencia.

“En lo que podemos considerar ‘condiciones particulares’ firmadas no se establece ni la modalidad de pago. El coste para el consumidor no se destaca, por lo que al momento de la firma de la solicitud puede pasar desapercibida por completo para el consumidor”, afirma el fallo.

“Las tarjetas revolving pueden encerrar tres grandes peligros: intereses (TAE) muy elevados, falta de transparencia y deudas que se alargan en el tiempo”, avisa Cristina González Piñeiro, directora jurídica de la plataforma Reclama Por Mí.

“Una vez más, con esta sentencia, vemos cómo contratar una tarjeta revolving es una opción que en lugar de solucionar un problema económico puntual puede convertirlo en una condena casi de por vida. Con esta resolución, la Justicia reitera lo que desde Reclama Por Mí llevamos años denunciando: cláusulas abusivas que se esconden detrás de estos productos de financiación. Por eso luchamos para que los afectados puedan salir de esa trampa y acabar con un proceso que muchas veces puede llevarle a la ruina”, añade.