La firma alemana de pagos Wirecard se ha hundido un 70%  en la Bolsa de Fráncfort después de informar al mercado de un retraso en la publicación de sus cuentas anuales como resultado de la aparición de una irregularidad contable de 1.900 millones  €.

Wirecard admite que la auditora EY no ha encontrado «suficientes pruebas» de que los balances de efectivo en las cuentas fiduciarias de la empresa contaran con 1.900 millones, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía.

«Hay señales de que se ha proporcionado información falsa al auditor por parte del fiduciario sobre sus cuentas bancarias con el objetivo de engañar y crear la percepción errónea de la existencia de dicho saldo de efectivo o la propiedad de las cuentas en beneficio de las empresas del grupo Wirecard», reconoce la empeesa.

Debido a esto, la empresa no ha podido completar la auditoría de sus cuentas anuales ni publicarlas. Wirecard ha alertado de que si las cuentas no están publicadas el 19 de junio, préstamos por valor de 2.000 millones € se podrán rescindir.

Tras conocerse esta información, la cotización de las acciones de la empresa ha caído hasta un mínimo intradía de 29,9 €, desde los 99,5 € que había registrado en la apertura. En agosto de 2018, cada titulo de Wirecard llegó a negociarse por más de 190€.