El daño que está causando la COVID-19 en la economía en general, y en las empresas en particular, ya está teniendo su reflejo en las cuentas anuales y en la información que de ellas se desprenden.  Los efectos de la pandemia en la información financiera y no financiera de las empresas, así como los cambios en sus áreas de gestión, serán continuos y de calado, por lo que los servicios especializados de profesionales, como los prestados por los expertos contables, se constituyen en apoyo fundamental en las acciones encaminadas a la recuperación empresarial.

Es el mensaje lanzado en la I Jornada virtual “Los efectos del COVID-19 en la información financiera y su relación con las áreas de trabajo del Experto Contable”, organizada por el Registro de Expertos Contables (REC).

Tanto el REC, como el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), el Consejo General de Economistas de España, y el Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), destacan la multitud de dudas que le han surgido a los  contables en sus áreas de trabajo durante el período del Estado de Alarma, al interrumpirse los plazos legales de formulación y aprobación de cuentas, o la propia incidencia de la paralización de actividades sobre éstas.

El presidente del REC, Francisco Gracia, explica que “la aplicación del principio de empresa en funcionamiento, o la consideración sobre el tipo de hecho posterior que supone la crisis, han sido algunas de las cuestiones sobre las que hemos recibido más consultas».

Fernando Cuñado, vicepresidente del REC, señala que “los expertos contables serán los encargados de diagnosticar la salud de las empresas para hacer frente a los efectos causados por la pandemia, aportando soluciones para la recuperación y valor añadido derivado de aprovechar las nuevas oportunidades de desarrollo del negocio de sus clientes que surgen incluso en los tiempos más críticos”.

“Los expertos contables participan habitualmente en multitud de operaciones como valoraciones de empresas, las adquisiciones, en la elaboración de planes de viabilidad y de reestructuraciones, y en todo tipo de operaciones de financiación e internacionalización. Y, también, en situaciones extraordinarias, como la crisis económica que estamos viviendo producida por el COVID-19, donde la información financiera será clave para evaluar riesgos y oportunidades. Es difícil para una empresa, da igual el tamaño que tenga, contar con plantillas especializadas en este tipo de trabajos, que además no son recurrentes. Por eso, cada vez en mayor medida, contratar a expertos contables es indispensable para que pueden ofrecerle este tipo de servicios empresariales para encontrar soluciones eficaces”, argumenta.

El coronavirus ha introducido de golpe en las empresas elementos como la digitalización de los procesos o el teletrabajo. El experto contable tendrá que colaborar muy activamente con sus clientes en la incorporación a su gestión diaria de estas nuevas tecnologías y otras como el uso generalizado de big-data, la aplicación de la inteligencia artificial o la robotización a sus procesos.

El REC destaca que los contables, después de los propios empresarios, son los que mejor conocen sus modelos y procesos de negocio, los puntos fuertes y débiles de su cuenta de resultados o de su estructura financiera y, por tanto, tienen localizado perfectamente por dónde tienen que comenzar su propio proceso de transformación digital.