La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE de que el impacto de la pandemia sobre el mercado laboral todavía no ha llegado a su peor punto y que este momento «todavía está por llegar», con una tasa de paro que podría alcanzar el 10%, afectando especialmente a la población joven. En abril, el para en la Eurozona fue del 7,3%.

El BCE espera una caída del PIB de la Eurozona del 13% en el segundo trimestre de este año con respecto a los tres meses anteriores, y una contracción en todo 2020 del 8,7%.

Las medidas «decisivas y efectivas» adoptadas hasta ahora tanto a nivel nacional como europeo han funcionado para impulsar un cierto «rebote» de la economía y «comprar algo de tiempo». Esto «se ha reflejado en la confianza de los mercados», pero  un «fracaso» en las negociaciones sobre el fondo de reconstrucción «podría conducir a un cambio en esa confianza».

«Está en nuestras manos forjar la recuperación que queremos ver y para eso necesitamos una visión positiva», subraya Lagarde en su intervención ante los jefes de Estado y de Gobierno, a quienes ha trasladado que el paquete de recuperación debería ser «rápido, flexible y estar anclado con firmeza en las reformas económicas». «Cuanto antes se acuerde este paquete, mejor será para la economía de la UE».