El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, insiste en un acto organizado por el Consejo General de Economistas en que exista «consenso» político y social para poner en marcha reformas estructurales «duraderas», ya que es «insoslayable» la necesidad de reducir el déficit y la deuda. Remarca  la «urgencia» de una estrategia «ambiciosa» que responda a la magnitud de los retos.

Reclama un plan de consolidación fiscal «profundo», que daría «mucha credibilidad» a la política económica ante los inversores extranjeros, y que hay que implementar a medio plazo, una vez que se produzca la recuperación, con el fin de reducir el déficit y la deuda pública y ganar margen de maniobra fiscal, al ser el «único instrumento» con el que responder a shocks como el provocado por la pandemia.

La reducción del déficit es «insoslayable» y para conseguirlo «solo hay dos opciones»: reducir gastos y/o incrementar los ingresos.

«Sobre la composición de ese ajuste futuro el Banco de España no se pronuncia, hay un componente ideológico muy alto y es una discusión a la que el Banco de España no puede entrar», precisa Pablo Hernández de Cos, que no obstante recuerda que  hay países con un mismo nivel de desarrollo y protección pero con diferencias impositivas de «más de 20 o 30 puntos de PIB».

Además de reducirlo, es necesaria más «eficiencia» en el gasto público, de forma que haya una «utilización de los menos recursos posibles para lograr los objetivos».

También hay que diseñar mecanismos de generación de ingresos «suficientes» para pagar las pensiones, y recuerda que en otros países se han adoptado medidas como ligar la esperanza de vida a la pensión o la edad de jubilación.

El gobernador del Banco de España reitera su petición de no retirar los estímulos con anticipación porque «puede ser un problema», cree que debe estudiarse una ampliación de los avales públicos del ICO, y subraya que hay que avanzar en la «flexibilidad laboral» de las empresas en paralelo a los «ajustes necesarios» con motivo de la crisis.

También subraya la necesidad de una mejora de la productividad y de abordar la temporalidad. «Lo que no puede ser es que tengamos el problema de la temporalidad identificado durante décadas y no tomemos decisiones», argumenta Pablo Hernández de Cos.

Defiende la implantación a medio plazo de la ‘mochila austriaca’ y de los contratos con costes de despido crecientes, aunque admite que «no es seguro que vayan a resolver el problema».

Ante la posibilidad de «daños estructurales» en la economía, pide mecanismos ágiles de reestructuración en la Ley de Insolvencia, entre otras medidas.

«Hay que compartir el objetivo de que esta crisis no tenga un componente financiero en la visión de un endurecimiento de las condiciones de los créditos y la fragmentación financiera porque ese tipo de crisis son mucho más profundas y persistentes», concluye el gobernador del Banco de España.