Son tiempos convulsos en el que pasan demasiadas cosas que monopolizan el debate tanto político como social. aunque en discursos de algunos partidos parece que hay temas fijos con lo que justifican casi todo al tiempo que les permite tratar de tapar sus vergüenzas.

El 20 de octubre del 2011 ETA anunció que abandonaba la lucha armada y el 3 de mayo del 2018 el grupo terrorista hacía pública su disolución. Yo no creo que ni PP, Vox o Ciudadanos dejaran de celebrar estos hechos, sin embargo, la presencia de la organización terrorista en sus discursos sigue estando muy presente, como lo son las descalificaciones de “comunistas” que con frecuencia se le hace al actual gobierno.

La utilización hoy de la banda terrorista como argumento dialéctico hace sospechar que estos grupos necesitan un enemigo común que aglutine a sus simpatizantes y que oculte sus graves carencias. Casi se podría reformular aquella cita bíblica de “no utilizarás el nombre de ETA en vano”.

Algunos se resisten a enterrarla y buscan similitudes no sólo odiosas sino además falsas. Equiparar el pacífico movimiento secesionista catalán con la banda terrorista tendría que escandalizar incluso a las personas mínimamente sensatas; acusar al gobierno de Pedro Sánchez de amparar al comunismo hace reír a cualquiera que tenga una idea de lo que fue y lo que actualmente es el comunismo.

Pero parece que frases como “votan con los comunistas”, “son aliados de los separatistas” o “votan con los comunistas” son argumentos de gran peso para desautorizar cualquier iniciativa o argumento por sensato que sea. Incluso sectores afines a partidos de la extrema derecha, con demasiada frecuencia, protagonizan acciones que pueden interpretarse como una llamada a una nueva guerra civil (es el gráfico ejemplo del “a por ellos”).

Eta afortunadamente no existe, pero algunos parece que la necesitan para aglutinar a los ciudadanos contra un inexistente enemigo exterior de infausto recuerdo, pero que afortunadamente sólo es pasado. Parodiando la frase de Vázquez Montalbán, para algunos “contra ETA vivíamos mejor”.