Naturgy ha materializado hacia varias semanas cambios en la composición de su equipo de gestión que se decanta como la primera medida para una adaptación de su estrategia. No es la única empresa de energía española, ya sean utilities o con una actividad más centrada en los hidrocarburos, que perfila su plan de futuro al nuevo escenario que queda marcado por la crisis debida a la pandemia. Además estas compañías, aunque ya habían focalizada su guía de actuación a los objetivos energéticos españoles y comunitarios, en los próximos meses podrán implementar las metas que salgan de los nuevos paquetes legislativos.

Si bien las incertidumbres que planean sobre el escenario económico han añadido volatilidad a los valores relacionados con la energía, el balance que reflejan las cotizaciones actuales es muy diferente. Repsol es, en lógica, la más penalizada, con una pérdida del 45% de su valor en Bolsa en 2020; Red Eléctrica y Enagás están casi con un comportamiento neutro en el año, pero entre las eléctricas se detectan diferentes relevantes.

Iberdrola, es la segunda mejor compañía del Ibex y del EuroStoxx 50, con un 24% de revalorización, mientras que Endesa se apunta un 5% y Naturgy se deja un 20%. Una trayectoria diferente que los expertos basan en la estrategia internacional y apuesta por las energías renovables del grupo que preside Ignacio S. Galán.

Los analistas ya conocen que una cita clave para conocer la renovación de objetivos y estrategia para los dos próximos años será el Capital Markets Day que se prevé celebrar en el segundo trimestre de este ejercicio. Quedarán actualizados sus previsiones de resultados, si bien en el mercado se estima que se mantendrá la remuneración a los accionistas en la medida que sea compatible con las metas en los ratios financieros y la calificación de la deuda.

En esta línea, en la presentación de los resultados del último semestre, el presidente del grupo, Francisco Reynés, manifestó que en otoño detallará la nueva fase de transformación de la empresa con la actualización de su hoja de ruta hasta 2022, pero «sin abandonar la prioridad de la retribución al accionista, de una estrategia industrial de creación de valor y crecimiento para cada uno de sus negocios».

Así, las prioridades en mantener la reducción del perfil de riesgo con la rotación de activos en línea con los objetivos de la transición energética y en la renegociación de los contratos de suministro de gas, señaló el grupo.

Pese a la positiva evolución en Bolsa, Galán también destacó en la presentación de los resultados del primer semestre que la compañía está afectada por las consecuencias del Covid-19 en España, que aún incluyen dudas sobre el efecto en las cuentas. Aspecto que se repite en Brasil que es uno de sus principales mercados en el mundo junto a Estados Unidos y Reino Unido. También en otoño presentará la actualización de su estrategia.