Si bien España es uno de los países más afectados en su economía por el impacto del Covid-19 en el turismo, otras naciones también sufren el efecto de la pandemia en empresas hoteleras, agencias y otros intermediarios, así como en las aerolíneas. Ayer Ryanair anunciaba la decisión de cancelar el 20% de los vuelos programados para septiembre y octubre, mientras que las previsiones de la IATA (organismo internacional de la aviación civil) empeora sus previsiones de trafico aéreo para los próximos meses.

En este contexto, los planes -generalmente improvisados- de diversos Gobiernos para contener la expansión del coronavirus ha añadido caos y ha impedido cualquier medida conjunta. Ahora el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en sus siglas en inglés) ha optado por pedir actuaciones conjuntas. Y hace un llamamiento a los jefes de Estado del G7 más España, Australia y Corea del Sur para que se coordinen y salvar así el sector turístico. 

Califica la necesidad de «urgente» la necesidad de establecer políticas conjuntas que son imprescindibles para la economía global. Se trata de un manifiesto que apoyan decenas de presidentes y consejeros delegados de los grupos turísticos líderes en el mundo. España, que apoya esta acción, intenta tener un papel protagonista en este movimiento del WTTC. Y ha designado a la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, y a la de Asuntos Exteriores, Arancha González, para desarrollar la contribución de España.

El protocolo ha sido suscrito, entre otras compañías, por los presidentes de las hoteleras International Group, Mandarin Oriental, Marriott, Meliá Hotels, Palladium, y compañiías y entidades, como Ifema, Iberostar, City Sightseeing Worldwide, Abercrombie & Kent, American Express, Carlson Wagonlit, Expedia, Travelport, TUI AG y Uber. También por aerolíneas, entre ellas, Iberia.

La petición se focaliza, en primer lugar, a medidas de prevención conjuntas que el uso de mascarillas obligatorias en todos los medios de transporte y espacios cerrados; la inversión en pruebas PCR rápidas, efectivas, baratas (con resultados en menos de 90 minutos) para que puedan ser aplicadas  de forma coordinada antes de un viaje internacional;. Respecto a  la cuarentena o aislamiento se pide que únicamente se aplique para casos positivos y que no se generalice por nacionalidad. Mientras se defiende que se implementen  «medidas estandarizadas» que restablecer la confianza de los viajeros.