En junio de 2020 el saldo de las cuentas corriente y de capital (que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española) fue de 2.300 millones€, inferior a los 4.100 millones registrados un año antes, según el Banco de España.

El saldo de la balanza por cuenta corriente (que incluye los ingresos y pagos con el exterior por las exportaciones e importaciones de bienes y servicios y por las rentas primaria y secundaria) fue de 2.000 millones, frente a los 3.800 millones de junio de 2019.

Por componentes, el saldo de bienes y servicios fue de 2.500 millones, frente a los 4.900 millones del mismo mes del año anterior. El saldo del turismo pasó de los 5.200 millones de junio de 2019 a ser prácticamente nulo en el mismo mes de 2020 , mejorando ligeramente respecto a los datos de abril y mayo meses en los que, debido
al cierre de fronteras adoptado por la crisis sanitaria, tanto los ingresos como los pagos (y por lo tanto el saldo) fueron nulos.

Para el resto de bienes y servicios, las caídas fueron del 8,6% en las exportaciones y del 17,7% en las importaciones. Destaca una menor caída respecto al mes de mayo
de este año cuando las tasas fueron del -33,7% para las exportaciones y del -38,9% para las importaciones. El déficit de las rentas primaria y secundaria fue de 500 millones, frente al de 1.000 millones alcanzado en junio de 2019. Por su parte, la cuenta de capital mostró un superávit de 300 millones.

En términos acumulados de 12 meses, en junio de 2020 el saldo de la capacidad de
financiación alcanzó 20.200 millones, frente a los 27.600 millones acumulados en el mismo mes de 2019. El saldo de la cuenta corriente fue de 16.300 millones, inferior a los 21.400 millones de un año antes. El saldo acumulado de bienes y servicios alcanzó los 24.800 millones en junio de 2020, por debajo del registrado hasta el mismo mes del año anterior (32.100 millones).

En junio de 2020 el saldo de la cuenta financiera excluyendo el Banco de España mostró una salida neta de fondos de 10.100 millones. La mayor aportación a este saldo fue la de la otra inversión (que incluye, fundamentalmente, préstamos y depósitos) con un saldo positivo de 16.600 millones, resultado de un aumento de los activos (15.800 millones) junto con una ligera disminución de los pasivos (-800 millones). La inversión de cartera (que se materializa en valores negociables no incluidos en reservas ni en inversión directa) presentó un saldo de -8.100 millones, debido principalmente a un aumento de los pasivos (13.900 millones).

La cuenta financiera del Banco de España frente al exterior registró un saldo neto de -7.200 millones.