
Luis Gallego, hasta ahora presidente de Iberia, nuevo consejero delegado de IAG en sustitución de Willie Walsh.
La junta de accionistas de IAG (holding que agrupa a British Airways, Iberia, Aer Lingus y Vueling) ha aprobado este martes la ampliación por 2.750 millones de euros que permitirá mejorar su dañada estructura financiera, sin, en principio, aportaciones públicas. Un modelo diferente al materializado por Lufthansa y Air France- KLM que, no obstante, puede cambiar la estructura accionarial del grupo, que se concretará en la medida que unos accionistas vayan a la ampliación o no. Qatar Airways, con el 25% de los títulos ha anunciado que quiere suscribir su parte proporcional de la operación.
Pero en esta junta se han concretado otros temas relevantes. Luis Gallego, hasta ahora presidente de Iberia, toma las riendas del holding al suceder a Willie Walsh como consejero delegado, y Javier Sánchez-Prieto, hasta ahora director general de Vueling, será el responsable de Iberia, con el cargo de presidente. Los relevos estaban previstos para el pasado marzo, pero la crisis del Covid-19 aconsejó posponer los cambios.
Gallego se convierte en el primer ejecutivo de IAG en la etapa más complicada del grupo aéreo: reducción histórica de vuelos, es decir, caída espectacular de la demanda y de los ingresos. Y con un horizonte incierto para la recuperación, una vez que no hay proyecciones fiables respecto a un cambio en el flujo del turismo mundial, no solamente hacia España, ni de los viajes relacionados con el mundo de los negocios que afecta más a British Airways por sus rutas del Atlántico Norte.
Willie Walsh ha manifestado en su ultima junta en ese cargo que el grupo prevé cerrar la compra de Air Europa antes de fin de año o en los primeros meses de 2021, y que la operación sigue teniendo sentido financiero y estratégico. Además, ha indicado que IAG ha «confirmado» que cumple con las reglas de tráfico aéreo de Europa incluso en caso de un Brexit sin acuerdo.
La junta se ha celebrado una día después de que Globalia pidiese una inyección financiera de 400 millones de euros para salvar el grupo que tiene todos los negocios relacionados con el turismo. El apoyo público, que tendrá que ser aprobado por el Ministerio de Hacienda (del que depende la SEPI), serviría, al mismo tiempo, para abordar el saneamiento de Air Europa, que iba a ser adquirida por Iberia por 1.000 millones de euros, según lo pactado en noviembre.
No obstante el panorama del sector aéreo dio un giro de 180 grados con la pandemia; Air Europa perdió valor e Iberia, además de baja el precio de adquisición estima necesario que la empresa sea saneada previamente. La inyección en el grupo de la familia Hidalgo puede ser un paso en esa dirección, si bien el Gobierno estima necesario que los actuales propietarios hagan, a su vez, un esfuerzo en la aerolínea. La fórmula y el proceso no parecen un fácil camino.
El fondo cuenta con una dotación inicial de 10.000 millones de euros para ayudar a compensar el impacto de la emergencia sanitaria «en el balance de empresas solventes consideradas estratégicas para el tejido productivo y económico». La financiación de operaciones con cargo al fondo se configura como una intervención «temporal» y de último recurso una vez constatada la imposibilidad del beneficiario de mantener su actividad en ausencia de apoyo público.
Los directivos del grupo han señalado que esperan cerrar la compra de Air Europa en los próximos meses, pero con cambios respecto a lo pactado.
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