El expediente, que afecta tanto a los empleados de fábrica como a los de las delegaciones comerciales en toda España, deberá ser aprobado por el juez y se firma una vez expirado el plazo otorgado por los administradores concursales sin que se hayan planteado ofertas de compra en firme por esta unidad productiva.

Las condiciones acordadas en el expediente equivalen a las que contempla el ERE aplicado para los 361 empleados de la planta de Clesa en Madrid, con una indemnización de 20 días por año trabajado y un tope máximo de una anualidad.

La actividad de Helados Royne se mantendrá unos días hasta la ratificación del ERE por parte del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid y, posteriormente, alrededor de 40 trabajadores seguirán en la fábrica de forma temporal para la liquidación de mercancía, apuntaron desde el comité.

Los trabajadores cuestionaron «si se ha hecho todo lo posible, por parte de quien corresponda para que hubiese habido algún comprador en firme, porque esta empresa era viable». El comité de empresa lamentó igualmente que «se queden en la calle» otros 293 empleados, con una media de entre 17 y 18 años de antigüedad en la empresa.

También habrá despidos en Burgos

Según dijo un miembro de la comisión de seguimiento del ERE en Clesa, igualmente se aplicará un expediente extintivo para los 30 trabajadores fijos del centro de trabajo en Bascones del Agua, en Burgos, una explotación ganadera que también cesará su actividad.

La cuarta unidad productiva de Clesa, localizada en Caldas de Reyes (Pontevedra), se encuentra en negociaciones para su posible venta, con más posibilidades de poder ser traspasada a un nuevo propietario.

Según señaló esta fuente, las negociaciones con cooperativas y otras firmas de la zona ofrecen expectativas «muy buenas», ya que se encuentran «en vías de llegar a un buen acuerdo» que permita la continuidad de esta planta con 150 trabajadores.

Por otro lado, las mismas fuentes dijeron desconocer detalles acerca del traspaso de la propiedad de Nueva Rumasa de la familia Ruiz-Mateos a la sociedad Back in Business, del empresario Ángel de Cabo, quien el pasado año se hizo con Viajes Marsans. La operación, anunciada la semana pasada, se cerró por el importe de deuda de 1.500 millones de euros que suman las empresas del grupo.

Clesa, perteneciente al holding de Nueva Rumasa, fue declarada en concurso de acreedores a finales de mayo, con un pasivo inicial de 1.112,36 millones de euros, lo que convierte este concurso en el mayor tramitado hasta el momento en el sector alimentario, frente a un activo inicial de 304,76 millones de euros. De esta forma, el desfase patrimonial de Clesa se situaría en 807,6 millones de euros.