La antesala de la prolongación y aumento de las restricciones al movimiento de viajeros, ya provocó derrumbes en Bolsa de las cotizaciones de aerolíneas y otras compañías relacionadas con el turismo y los viajes de negocio. Y este lunes, el castigo continua e, incluso, se agudiza.

El grupo aeronáutico IAG (que engloba a British Airways, Iberia y Aer Lingus, entre otras sociedades) es la principal víctima en Bolsa. El viernes se dejó más del 14% y en la jornada de este lunes 21 de septiembre ha perdido más del 12%, hasta 1,05 euros por título. En plena ampliación de capital, el grupo ha bajado ya más del 77% de su capitalización bursátil en 2020. La hotelera Meliá sufre, asimismo, castigos que son menores, pero en una trayectoria similar.

Las cifras de la extensión de la pandemia en Europa, con récord de nuevos casos desde la etapa del confinamiento, obliga a medidas más severas en Francia, Holanda o Irlanda, mientras que el Gobierno de Boris Johnson amaga con volver atrás en caso de no contenerse lo que ya se considera el principio de una segunda ola. Estrategias sanitarias que implican un posible nuevo retraso en la recuperación del transporte aéreo.

Si bien organizaciones internacionales de viajes, transporte y turismo de Europa abogan ante la Comisión Europea que elimine las cuarentenas y las sustituya por un sistema de chequeos similar pata todos los países, con el objetivo de preservar millones de empleos.

En una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, los representantes de 5.000 empresas y sus empleados reclaman más coordinación. Ha sido firmada por aerolíneas, aeropuertos, operadores ferroviarios, handling, empresas de catering, minoristas de viajes, touroperadores, hoteles, restaurantes y compañias de transporte por carretera y servicios logísticos.

En este contexto, el nuevo presidente de Iberia, Javier Sánchez Prieto, señala, en una carta a los empleados de la compañía, que la austeridad será necesaria al menos en los próximos 24 meses. Su prioridad es preservar el empleo a medio y largo plazo. Si bien destaca que la la pertenencia al grupo IAG permite a Iberia tener acceso a fuentes de financiación, hacer frente a los compromisos laborales, como el pago de nóminas, y sin recurrir a inyecciones públicas en su capital.