Baldomera Larra Wetoret, tercera hija de Mariano José de Larra, fue abandonada por su marido, Carlos de Montemayor, en 1873, cuando éste, médico de la Casa Real, había caído en el ostracismo tras la marcha de Amadeo de Saboya. Monarca que tuvo un lío con Adela, hermana de Baldomera.

Tres años más tarde de quedarse sola con sus hijos, crea La Caja de Imposiciones, que prometía un interés del 30% mensual por los depósitos. En el momento de la imposición de 1.000 reales, el incauto recibía 333 reales, y cada mees otros 333.

“La madre de los pobres”, también conocida como “La Patillas”, desapareció el 2 de diciembre de 1876, habiendo estafado 22 millones de reales a más de 5.000 personas.

La primera estafa piramidal de la historia aparece en los Episodios Nacionales 46 “Cánovas”, de Benito Pérez Galdós (páginas 175-178, 212-215 y 281.283).

Dos años después de su espectacular fuga, fue descubierta en Francia. Extraditada, el 26 de mayo de 1879 fue condenada a 6 años de cárcel, que apenas cumplió.

El sistema de pagar a los incautos con el dinero captado a los siguientes, hasta que la burbuja explota y la pirámide se derrumba estrepitosamente, fue por tanto una invención made in Spain. Aunque presumir de ello no contribuya precisamente a beneficiar la marca España.

Lo curioso es que Baldomera Larra ha tenido muchos imitadores, algunos con notable éxito. En 1899, William Miller. En 1920, Ponzi, que es el que más contribuyó a popularizar la estafa piramidal. Y que nada más salir de la cárcel se convirtió en asesor financiero de un tal Benito Mussolini. Tal para cual.

También en el extranjero son conocidas las estafas de Patrick Benett, en 1996, y de Haligiannis, en 2005. Pero la más gorda, al menos por el volumen de dinero estafado y la identidad de los inversores (alguno procedente de España), la protagoniza Madoff, 132 años después de La Caja de Imposiciones de Baldomera Larra, con un fraude calculado en 37.470 millones de euros.

En 1974, cuando la dictadura franquista estaba ya agonizando, estalla el escándalo Sofico. Pero ocho años más tarde la estafa piramidal vuelve a España con Fidecaya. Algunos meten en esta lista el Banesto de Mario Conde, intervenido en 1993, pero el saqueo de la entidad no fue exactamente una estafa piramidal.

Si lo fue claramente Gescartera, en 2008, que salpicó al Partido Popular, a la Iglesia y a otro buen número inversores afectados.

Y así hasta la próxima, que el ser humano es el único animal que tropieza más de una vez en la misma piedra.