Santander Universidades ha puesto en marcha una nueva edición del programa
Becas Santander Progreso, cuyo objetivo es reconocer la excelencia académica e impulsar la inclusión educativa y la igualdad de oportunidades entre los universitarios españoles.

Las Santander Progreso, dotadas con 1.000 euros cada una, está dirigidas a estudiantes de Grado, Posgrado o Pregrado que hayan recibido una ayuda del Ministerio de Educación y Formación Profesional, una beca equivalente del Departamento de Educación de cualquier Comunidad Autónoma durante el curso anterior a la solicitud de la beca o ayudas recibidas durante segundo de Bachillerato en lo que refiere a los alumnos de nuevo ingreso.

Los candidatos a recibir estas ayudas deberán contar con un buen expediente académico, que será ponderado por cada universidad.

Además, en esta edición se ha tenido en cuenta la crisis sanitaria y socio-económica causada por la pandemia y las Universidades podrán priorizar otros criterios en cuanto a las solicitudes de estudiantes que se hayan visto afectados por la situación generada por el Covid-19, bien sea en el plano académico, familiar o económico. Por
ejemplo, que algún miembro de la unidad familiar se encuentre en situación de desempleo o Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) como consecuencia directa de la crisis, que esté empleado pero su jornada laboral se haya visto reducida, o que esté dado de alta como autónomo o autónoma y haya recibido el beneficio extraordinario por el cese de actividad, entre otras situaciones extraordinarias.

Susana García Espinel, directora de Santander Universidades España, explica que “somos muy conscientes de las difíciles situaciones que están atravesando muchos estudiantes y sus familias en España y, si habitualmente nuestros programas de becas y ayudas tienen como pilar fundamental los valores de igualdad de oportunidades, equidad e inclusión además de la excelencia académica, ahora más que nunca, estamos
prestando especial atención a los jóvenes que se están viendo directamente afectados por la crisis sanitaria,
tanto en el plano académico, como en el socio-económico o en sus posibilidades de adaptación a la educación online”.