El acuerdo, valorado en 7.500 millones de dólares, reforzará aún más el atractivo del Xbox Game Pass de Microsoft, un servicio de suscripción de videojuegos al estilo de Netflix, añadiendo al servicio la línea de juegos icónicos de Bethesda. El acuerdo también podría perjudicar a largo plazo al principal competidor de Microsoft, Sony, y a su franquicia de PlayStation, ya que según Phil Spencer, máximo responsable la división de Xbox, los futuros videojuegos de Bethesda sólo estarán disponibles en otras consolas en función de cada caso concreto (a menos que existan acuerdos vigentes), lo que sugiere que muchos de ellos bien podrían ser exclusivos para PC y Xbox.

Como muestra la siguiente infografía, la última adquisición de Microsoft es una de las más grandes realizadas por la compañía hasta la fecha. En las dos últimas décadas, la empresa ha realizado adquisiciones en diversos ámbitos que van desde la telefonía móvil (Nokia) hasta los videojuegos (Mojang, editor de Minecraft) y las redes sociales (LinkedIn).