La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) situará la evaluación como su «actividad central» hasta 2026, periodo en el que supervisará «en profundidad» todos los niveles de la Administración para el cumplimiento de las reglas fiscales y supervisará y analizará los pasivos contingentes de algunas medidas implementadas contra la crisis, así como el gasto sanitario, la demografía y su impacto en el sistema de pensiones o el impacto de la consolidación fiscal en el crecimiento.

Por el contrario, ve «imposible» que una sola institución tenga capacidad para evaluar la totalidad de los planes ligados al fondo europeo de reconstrucción, 140.000 millones€, dada la magnitud de los mismos y la multitud de ámbitos que implicará. La AIReF previsiblemente sí detallará planes y proyectos ambiciosos derivados de los fondos con elevada importancia cuantitativa o de trascendencia en reformas, pero ve preciso acometer «cuándo y el qué».

Así figura en el Plan Estratégico 2020-2026 de la Autoridad Fiscal. Su presidenta, Cristina Herrero, se ha marcado como objetivo para su mandato consolidar la institución y reforzarla como un instrumento útil para la sociedad desde los principios de «independencia, transparencia y rendición de cuentas», con un plan «realista», que recoge ejes y líneas de actuación «ambiciosos pero viables» y que se desplegarán de forma acompasada con la realidad, dada la «elevada incertidumbre», mediante planes anuales y control constante.

Los cuatro ejes estratégicos pasan por la supervisión de todas las Administraciones públicas, la sostenibilidad a medio plazo, la evaluación como función permanente de la AIReF y la consolidación de los principios de independencia, transparencia y rendición de cuentas.

Para ello, la AIReF potenciará su labor supervisora en todas las administraciones públicas realizando un estrecho seguimiento de la situación económica y presupuestaria, a través del desarrollo de herramientas de previsión y prestando una atención especial a las medidas de política económica.

Además, la AIReF analizará el cumplimiento del marco fiscal nacional y europeo con «espíritu crítico», ya que éste  debe ser «creíble y alcanzable» y ve «margen de mejora» en el diseño e interpretación de algunas reglas.

También potenciará su sistema de alerta temprana de riesgos, para lo que trabaja en el sistema de seguimiento mensual, así como en el de indicadores de sostenibilidades de entidades públicas que espera presentar en 2021.

La AIReF continuará velando con su segundo eje por la sostenibilidad de las finanzas públicas con una visión a largo plazo, a través de la elaboración de previsiones macroeconómicas, demográficas y su efecto en las pensiones y presupuestarias.

También proseguirá con el seguimiento y el análisis de la sostenibilidad de las administraciones públicas, en particular del sistema de Seguridad Social; y el seguimiento y el análisis de pasivos contingentes y otras medidas de política económica y fiscal con posible impacto en la sostenibilidad de las finanzas públicas a medio y largo plazo.

En los próximos años se analizarán cuestiones relativas al ámbito medioambiental, así como las relativas al envejecimiento, los planes de pensiones o el ámbito sanitario.

En este campo, el sanitario, empezó evaluando los medicamentos expedidos a través de recetas, y ahora presentará su análisis sobre el gasto en farmacia hospitalaria y de bienes de equipo de alta tecnología.

También analizará el gasto corriente en sanidad relativo al funcionamiento y de recursos humanos, en el que se incluirá un análisis sobre los conciertos con instituciones privadas.

En cuanto a los pasivos contingentes, algunas operaciones de carácter financiero podrían acabar convirtiéndose en operaciones de carácter no financiero y tener por tanto impacto en el déficit. Estos pasivos contingentes se refieren en buena medida a las medidas aprobadas por el Gobierno contra el Covid-19, como los avales del ICO, por lo que AIReF pedirá información sobre operaciones, condiciones y sobre impago de beneficiarios, entre otra, para valorar ese riesgo.

Pide una División de Evaluación

La AIReF se propone hacer de la evaluación, incluso a iniciativa propia no solo a petición de la Administraciones, de las políticas públicas una «actividad central y permanente», para lo que será necesario acometer cambios normativos, y contar con la estructura y recursos adecuados.

Si se produce esa mejora de recursos, la Autoridad estudia crear una División de Evaluación, que requiere una reforma del Estatuto de la AIReF.

Igualmente, impulsará un sistema de seguimiento de las evaluaciones y mecanismos de colaboración con las Administraciones públicas para la implementación de las propuestas formuladas, tras haber recibido ya varias peticiones de distintas comunidades, como Cataluña, Cantabria o Andalucía.

Fomentará la cultura de evaluación dentro del proceso presupuestario, con la promoción de estrategias de implantación de la evaluación en el ciclo presupuestario, la difusión de conocimiento sobre metodologías de evaluación de políticas públicas y la colaboración e intercambio de conocimiento con las instituciones y organismos con funciones de evaluación.

Y reforzará sus principios, como la independencia, potenciando la autonomía funcional; la transparencia, publicando sus documentos y con mayor previsibilidad de sus actuaciones; y la rendición de cuentas, para lo que la presidenta mostrará su disponibilidad para comparecer ante las Cortes Generales más allá de lo previsto en la normativa, articulará mecanismos de evaluación externa a iniciativa propia y realizará autoevaluaciones de sus previsiones macroeconómicas y fiscales.