LVMH contraataca. El conglomerado francés de lujo, golpeado por la caída del consumo por la pandemia, dio un paso atrás en la compra del legendario Tiffany por 14.700 millones de euros. Era la gran operación en una etapa en la que LVMH era una de empresa con más valor del EuroStoxx 50. Todo cambió, y LVMH canceló la adquisición y Tiffany, también dirigida a clientes de alta gama, presentó una demanda por incumplimiento de contrato. Ahora es el grupo francés quien presenta una contrademanda en el tribunal de Delaware.

La compañía de lujo señala que no se han cumplido las condiciones necesarias para cerrar la adquisición de Tiffany, mientras que subraya que esta empresa se encuentra en una situación inadmisible. Afirma que la pandemia ha causado “efectos devastadores” que ha lastrado el negocio de Tiffany, causando un “irrefutable efecto adverso material”. Una clausula valdría por sí sola para suspender la operación, añade LVMH.  Sus perspectivas son pésimas.

Y aporta otros argumentos: Tiffany violó clausulas que protegen las transacciones de los negocios. Habla de mala gestión, lo que constituye, en su opinión, un incumplimiento flagrante de sus obligaciones.  Subraya que la empresa de joyería realizó movimientos como pagar altos dividendos mientras estaba en pérdidas. Y que nadie en el mundo de lujo lo hizo durante la crisis.

Una cuestión adicional es que el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Europa de Francia le remitiera una carta que instaba a retrasar la compra al menos hasta después del 6 de enero de 2021.

El grupo LVMH se constituyó en 1987 con la fusión de dos grandes empresas, el grupo de modas Louis Vuitton y Moët Hennessy (creada, a su vez, en 1971 con la integración  la productora de champán Moët &Chandon, con la de cognac Hennesy.  Tiffany es una empresa estadounidense de joyería y orfebrería creada en Nueva York en 1837.