“Si supieras las capacidades que tienes realmente, podrías crear tu propio oasis en donde antes no había agua”. Es el mensaje que lanza Eva María Arrabal en ‘Coaching, caminando hacia el Ikigai’, un breve (73 páginas) pero interesantísimo ebook editado por Bookboon.

Un libro que explica que es el coaching, el camino que recorre una persona o un grupo, con la ayuda de un profesional, a través del cual descubren cuales son las creencias limitantes, los bloqueos y todos los hábitos aprendidos que hasta ese momento han podido resultar ser bloqueantes para la consecución de objetivos o incluso para ser feliz o tener una vida plena.

Durante ese proceso de cambio las personas realizan un aprendizaje y un profundo autodescubrimiento de sus capacidades, las cuales después entrenan para llevar a la excelencia. Finalmente, cuando el proceso ha terminado esa persona es consciente de la cantidad de cosas que tenía dentro de sí misma y que desconocía o que no había sabido cómo usar a su favor.

Al final de un proceso de coaching, se reconoce como una persona más valiosa y competitiva en el terreno en el que se ha trabajado. Se puede reconocer como alguien más fuerte y capacitada para lograr los objetivos que se proponga. El descubrimiento final puede llegar a ser tal que toda su vida ha podido cambiar por completo. Además, a todo esto se le añade que en muchos casos puede convertirse en una persona influyente e inspiradora para las personas más cercanas que le rodean.

Entre el coach y el cliente se trabajan objetivos: “Dime qué propósito quieres alcanzar, ya sea personal, laboral o académico y juntos trazaremos un plan para llegar hasta él. Utilizaremos herramientas para fortalecer tus habilidades y capacidades que harán conocerte mejor y te acercarán al objetivo.”

El coaching no trabaja para el conformismo, no basta con conseguir un aprobado raspado, busca sacar de la persona lo mejor que hay dentro de ella, con el objetivo de poder conocerse a sí misma más y mejor, poder sacar partido a sus fortalezas y así poder aspirar a más de lo que actualmente tiene, ya sea en lo emocional o en lo material.

La solución está dentro, igual que el problema

La filosofía del coaching, explica en esta obra Eva María Arrabal, consiste en que «si el problema está dentro de nosotros, entonces la solución está igualmente dentro de nosotros y debemos encontrarla a través del autodescubrimiento». Más claro: «No es posible buscar una solución en nuestras circunstancias externas cuando la guerra se está produciendo dentro de nosotros».

Cita a Amado Nervo: “Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta de aquellos que creas más exteriores y materiales”.

Y a Aristóteles:  «Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia entonces, no es un acto sino un hábito».

A Peter Drucker: «La mejor forma de predecir el futuro es creándolo”.

A Deepak Chopra: “En este momento, las semillas de un destino perfecto están latentes en tu interior».

Y a Friedrich Nietzsche: “Aquel que tiene un porqué para vivir se puede enfrentar a todos los cómos”.

Pero no es un libro de filosofía, aunque la autora considera que Sócrates fue el primer coach de la historia. También analiza la influencia de la filosofía en el coaching: Platón y su Mito de la caverna” como parábola para explicar la iluminación o el encuentro con la verdad; el budismo; el Zen; el taoísmo; el confucionismo. Y sobre todo el hermetismo,  y sus siete  leyes universales que están influyendo en el modo de trabajar en el desarrollo de las personas, porque «atraemos aquello que más pensamos o aquello en lo que más nos enfocamos con nuestros pensamientos».

En la página 15 , Eva María Arrabal hace una ilustradora comparativa entre el coach y el psicólogo: «A diferencia de otras formas de trabajo dentro de la psicología y el desarrollo personal, el coaching trabaja esencialmente por objetivos. Es decir, en lugar de poner el foco en el conflicto o en las razones que mantienen a la persona en el lugar en el que se encuentra a la hora de contratar al coach, el coaching coloca el foco y por lo tanto toda su energía en el lugar a donde el coachee desea llegar».

Todo para descubrir, con Ralph Waldo Emerson, que “un héroe no es más valiente que cualquier otra persona, solamente es valiente cinco minutos más”.

Pero, a todo esto, ¿qué es el ikigai? Pues un término japonés que no tiene equivalente exacto en castellano. Eva María Arrabal habla de “a realización de lo que uno espera y desea en su vida”. «El ikigai es el éxito más personal e individual de todos y cada uno de nosotros», añade.

Para entenderlo mejor, una cita de Paulo Coelho: “Es la posibilidad de hacer que un sueño se convierta en realidad lo que hace a la vida interesante”.

«Piensa en grande. Si quieres realmente hacer un cambio radical en tu vida, no te conformes con sueños pequeños. Todos los pequeños pasos que hagas a diario son los que te llevarán al objetivo realmente grande. Los sueños pequeños sólo son parches para tu felicidad», avisa Eva María Arrabal, que hace un decálogo de recomendaciones.

La cuarta es muy certera: «Vive el ahora. Se dice y con mucha sabiduría, que el estrés está causado por pasar demasiado tiempo ‘en el futuro’ y que la depresión está causada por pasar demasiado tiempo ‘en el pasado’.  Como dice John Fitzgerald Kennedy, “El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro».

O lo que dice el Dalai Lama:  “Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierden la salud para ganar dinero, después pierden el dinero para recuperar la salud. Y por pensar ansiosamente en el futuro no disfrutan el presente, por lo que no viven ni el presente ni el futuro. Y viven como si no tuviesen que morir nunca, y mueren como si nunca hubieran vivido».

Lo mismo que la quinta recomendación, «Elimina de tu vocabulario la palabra imposible».  O, como decía Eleanor Roosevelt: “Debes hacer las cosas que piensas que no puedes hacer.

Y la sexta, «Sé optimista. Rodéate de personas optimistas».

Para terminar con la propuesta del modelo GROW (Goal, Reality, Options, What) y con la “visualización creativa” para dar poder a la motivación hacia nuestros objetivos. «Consiste simplemente en imaginarnos en las circunstancias tal y como deseamos que ocurran cuando hayamos logrado el objetivo deseado. Ya dijo Walt Disney: “Si puedes soñarlo, puedes lograrlo.”

Siete pasos

Entonces, ¿para qué sirve el coaching? Para descubrir que «lo que exponemos de nosotros mismos y nuestro potencial es un porcentaje muy pequeño, en comparación con lo que permanece dentro de nosotros sin que sea visto ni tan siquiera por nosotros mismos». Y que «las creencias no son verdades absolutas y que aunque mantener algunas de ellas nos puedan servir para empujarnos y avanzar, otras deben ser trabajadas para desbloquearnos».

«Si tuviésemos que resumir un proceso de coaching en tan sólo unos pasos, podríamos hacerlo de la siguiente manera:

• 1. Definir un objetivo claro y conciso.
• 2. Reflejarlo por escrito y leerlo para evaluar si es realista.
• 3. Poner fecha límite para lograrlo.
• 4. Enumerar todos los caminos posibles para lograrlo.
• 5. Evaluar nuestro nivel de compromiso.
• 6. Dividirlo en sub objetivos realistas para cumplir en plazos más pequeños.
• y 7. Hacer un seguimiento y medición de cada objetivo cumplido».