El mercado del petróleo arrastra una nueva sesión en negativo. A los informes y prospecciones que muestran que la demanda seguirá débil se unen las perspectivas políticas. Y estas no apuntan a que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, venza en las elecciones del 3 de noviembre. Este viernes las incertidumbres se han agudizado con el anuncio de que ha dado positivo el el Covid-19.

Si la jornada de ayer ya fue bajista, y el crudo Brent (de referencia en Europa) perdió la cotización de 40 dólares el barril, los indicadores en el mercado de futuros apuntan apuntan ahora en la misma dirección. El West Texas (referente en Estados Unidos) baja hacia el entorno de los 38 dólares. El Brent acumula pérdidas del 40% en el año.

Los analistas señalan en una amplia mayoría que una eventual salida de Trump de la Casa Blanca y su reemplazo por Biden no es positivo para el sector de los hidrocarburos, incluida la producción por sistemas no tradicionales que dan lugar al crudo y gas share. Trump, que siempre ha sido apoyado por los estados en los que el petróleo es más relevante para sus respectivas economías, no ha sido precisamente un abanderado de las energías renovables.

Pero las dificultades para las empresas petroleras, algunas en pleno proceso de reconversión, no se se deben exclusivamente a las inquietudes políticas,. El gigante petrolero Exxon Mobil, la mayor empresa privada del sector del mundo, ha anunciado días antes nuevas pérdidas en el trimestre por la caída de márgenes por los bajos precios del petróleo. La caída de estas empresas en Bolsa se reitera, y algunas compañías cotizan en mínimos históricos.

Los analistas dudan en la capacidad del sector para mantener los dividendos e, incluso, la francesa Total que ha anunciado que mantiene la retribución a sus accionistas mantiene la misma tendencia bajista.