Iberdrola ha renovado en cuatro comunidades autónomas su adhesión al Sistema Arbitral de Consumo y ha ampliado esta práctica a otras siete, de modo que ya aplica el modelo en once regiones.

El grupo está adherido en la actualidad al sistema en las comunidades de Castilla-La Mancha, La Rioja, Navarra y Cataluña, y acaba de añadir las de Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura y Galicia.

Esta herramienta extrajudicial para resolver posibles conflictos entre los consumidores y las empresas está siendo aplicada por las dos comercializadoras de Iberdrola, que son Iberdrola Generación e Iberdrola Comercialización de Último Recurso.

La iniciativa forma parte del compromiso de Iberdrola con sus clientes y tiene como objetivo mejorar el servicio que presta la compañía y, en concreto, la resolución eficaz, rápida, gratuita y amistosa de los posibles conflictos que puedan surgir.

Iberdrola indica que el año pasado tuvo una «excelente experiencia» con esta herramienta y que, por este motivo, ha decidido continuar con la iniciativa.

A través de este sistema, la eléctrica acepta someterse al arbitraje en reclamaciones relacionadas con asuntos propios de las compañías comercializadoras, entre ellos los relacionados con la atención personal, contratación, facturación y cobro.

Entre las ventajas de este mecanismo figuran su gratuidad o la posibilidad de solventar los procesos de reclamación en un máximo de seis meses. Además, las resoluciones tienen carácter vinculante y ejecutivo, y el órgano arbitral es imparcial e independiente.