La octava prueba del mundial de Fórmula 1 se disputó en Monza, y fue el Gran Premio de Italia número 71 de su historia. Esta fue la primera carrera de las tres que albergará el país italiano esta temporada, sin aficionados en la grada como en las citas anteriores. No será hasta el Gran Premio de la Toscana cuando los pilotos podrán disfrutar de sus seguidores en los circuitos.

Hamilton llegó al conocido como «Templo de la Velocidad» —circuito de Monza— como líder destacado del mundial, después de haber ganado cinco de las siete carreras disputadas en 2020. Allí logró consolidar su liderato tras su victoria en Bélgica. El británico tiene fijado como reto en su horizonte igualar los siete títulos de Michael Schumacher. Esta temporada el «44», de nuevo, está mostrando una superioridad aplastante y llegó a Italia con la intención de mantener su nivel.

Un nivel que  Ferrari no ha podido conseguir. En las últimas carreras los malos resultados han hecho que la marca se vea sumida en una crisis deportiva. El fin de semana en Spa se evidenció el descalabro de los de Maranello, ya que ninguno de sus coches ni siquiera acabó entre los puntos. Sebastian Vettel finalizó decimotercero y Charles Leclerc una posición por detrás, decimocuarto, por lo que las sensaciones para esta carrera no eran precisamente buenas, a pesar de correr en casa.

Para los expertos que suelen apostar online, Hamilton era el máximo favorito para subirse a lo más alto del cajón del podio en Monza. Max Verstappen, el inmediato perseguidor de Lewis Hamilton en la clasificación del mundial, también se encontraba entre los tres primeros. Los Renault eran los que mayor expectativa están generando tras su buen rendimiento en los últimos grandes premios. No obstante, finalmente, después de la bandera roja que marcó el gran premio, ambos pilotos entraron por detrás del 5º clasificado. (Ricciardo 6º y Occon 8º).

El crecimiento de Renault es una evidencia, los datos lo respaldan. En Spa todo el mundo lo pudo comprobar. Daniel Ricciardo registró la primera vuelta más rápida de la escudería en los últimos 10 años. Esta significó la 32ª vuelta más rápida de Renault en su historia. Robert Kubica fue el último en saborear este logro con la escudería allá por el año 2010 en el Gran Premio de Canadá.

El australiano terminó en la cuarta posición. Lo intentó, pero no pudo, al final Max Verstappen se hizo con la tercera posición. Por su parte, Esteban Ocon quedó quinto, igualando así su mejor resultado obtuvo en la Fórmula 1.

Y es que la escudería ha dado con la configuración idónea para potenciar el rendimiento del monoplaza. Ricciardo ha revelado que la nueva configuración para el RS2o funciona extraordinariamente bien. Con el nuevo set up, el coche hace que tenga un mejor agarre que antes, por lo que parece que la marca ha encontrado el punto óptimo para poder hacer cosas muy interesantes en lo que queda de temporada.