La industria aeroespacial mundial se enfrenta a las consecuencias de la pandemia

21/10/2020

Euler Hermes. La aseguradora pronostica que el tráfico aéreo de todo el año 2020 se reducirá en un 60% en comparación con 2019. Los niveles anteriores a la crisis no se recuperarán hasta el año 2024.

El aumento de los contagios por la COVID-19 frenará la recuperación de la demanda de pasajeros en el segundo semestre de 2020. Después de que la temporada de verano se viera interrumpida en Europa y Norteamérica como consecuencia del aumento de los contagios por la COVID-19, y del descenso de los viajes en avión por parte de la población, el tráfico aéreo mundial, medido por los Ingresos por pasajero/Kilómetro recorrido (RPK por sus siglas en inglés), se contrajo un -75% interanual en agosto, tras una caída del -80% en julio.

A medida que las restricciones sanitarias se vuelven más estrictas, Euler Hermes prevé que el tráfico aéreo de todo el año 2020 podría reducirse en un 60% en comparación con 2019. Los niveles anteriores a la crisis no se recuperarían
hasta el año 2024.

Esto ha supuesto un golpe para las nuevas entregas de aviones, especialmente para los aviones de gran capacidad. Los desafíos a los que se enfrentan las aerolíneas se han visto reflejados en la situación de la industria aeronáutica a nivel mundial, por ejemplo, en el aplazamiento de las entregas de nuevos aviones, junto con una caída en la demanda e incluso cancelaciones directas, dependiendo del tipo de avión. Si se analizan estos datos en profundidad se observa que la crisis de la COVID-19 ha golpeado la demanda de aviones de fuselaje ancho (pasillo doble) más que los de fuselaje estrecho (pasillo único), ya que los viajes internacionales de larga distancia han sido los que más se han visto afectados por la crisis.

Según los pronósticos de la aseguradora, se prevé que Airbus y Boeing registren un descenso en las entregas de nuevos aviones de -57% y -26% en 2020 y 2021, respectivamente, en comparación con 2019. En este contexto, los fabricantes
de aviones se han visto en la necesidad de reducir sus tasas de producción a unos 40
aviones al mes, muy por debajo de su objetivo de 60 al mes establecido hace un año.

La reducción de las tasas de producción pone en peligro la rentabilidad de los actores
del sector aeroespacial. Se espera que los fabricantes de aviones registren pérdidas de
4.000 millones de dólares en 2020 y que el margen operativo medio de los fabricantes
de aviones caiga hasta el -2,5%, tras haber registrado un máximo histórico del 9% hace
tan solo dos años. Esto se debe principalmente a que los aviones de fuselaje ancho más rentables de Airbus y Boeing son los que se enfrentan también a mayores recortes de producción. Los proveedores de piezas de aviones y motores, por su parte, registrarían un margen operativo que rondaría el 3% en 2020 y 2021, frente a la media mundial del 11% registrada en la última década.

A largo plazo, los fabricantes y proveedores de aviones europeos podrán enfrentarse a
mayores desafíos. A diferencia de los actores estadounidenses, que pueden contar con
grandes presupuestos provenientes de defensa, los fabricantes y proveedores europeos no solo tendrán que esperar a que los niveles de producción de los nuevos aviones se recuperen, sino que también tendrán que hacer frente a las pérdidas de capacidad consecuencia del enorme gasto en I+D requerido para cumplir las ambiciosas expectativas de desarrollo de un avión cero emisiones propulsado por hidrógeno para 2035.

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