El debate de la pasada noche entre los dos candidatos a la presidencia de EE UU: el actual presidente del país y republicano, Donald Trump, y el representante demócrata, Joe Biden, mostró, además de dos formas de entender el país todavía más poderoso del mundo, diferentes posiciones en el ámbito económico. Biden es menos proclive a las guerras comerciales que Trump, si bien las políticas energéticas que defienden cada uno de los candidatos es el tema en el que las diferencias son más opuestas-

Pare el demócrata, «el cambio climático es una amenaza existencial para la humanidad», posición que marca toda su estrategia en ese área. Defensa de las energías renovables, más en línea con los objetivos y compromisos de la Unión Europea. Y subrayó que la lucha contra la contaminación y el efecto en el clima es una «obligación moral». En este contexto reiteró su compromiso, en caso de que se convierta en presidente de EE UU, de adhesión al acuerdo de París sobre el clima.

Por el contrario, Trump argumentó que la energía eólica es «extremadamente cara», y usó en parte criterios técnicos al señalar que su producción es «muy intermitente». Y tampoco dejó de utilizar acusaciones de organizaciones ecologistas, ya que, en su opinión, va «matar a todos los pájaros» del país.

El petróleo fue otro tema clave y polémico. Biden reconoció que para cumplir con las políticas que tengan como objetivo contrarrestar el cambio climático le llevará a alejarse de la industria petrolera, «poco a poco».

Esta declaración le sirvió a Trump para su provecho político. Le acusó de querer destruir las compañías e industria petrolera y la retó a repetir esas declaraciones en Texas y otros estados que se verían muy afectados por las posibles medidas que Biden implementaría, y que son muy relevantes para los resultados de las inminentes elecciones.

Biden asumió los riesgos políticos al defender en varias ocasiones su posición,  destacando que  la industria petrolera contamina considerablemente». E insistió, tendrá «que ser sustituida con el tiempo por energías renovables». «Una declaración increíble», le respondió Trump.