La recuperación de la actividad sumó 570.000 ocupados entre julio y septiembre. Pero esa recuperación, que impulsó también el 15% las horas trabajadas (que sí cuentan a los trabajadores en ERTE), aparte de temporal, no fue capaz de absorber los 700.000 empleos perdidos en el último año, cien mil más si restamos el empleo público, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

La encuesta del tercer trimestre arroja una creación de empleo atípica para esa época del año, unos 570.000 ocupados más respecto a junio, ocho veces más que el año pasado, y más del doble que el mejor de los últimos años. Pero sus resultados necesitan una mirada de más largo alcance para su interpretación.

A pesar de la creación de empleo, que se corresponde en buena parte con la reactivación de de las actividades suspendidas durante el confinamiento, y la vuelta al mercado laboral de la población confinada, el volumen de ocupación perdido en el último año se sitúa en 700.0000 empleos destruidos, un 3,5%; cien mil más, si hablamos solo del sector privado; más de medio millón en el sector servicios.

El paro, por su parte, sube un 10,5% en un solo trimestre, con 355.000 nuevos parados, que sitúan la tasa de paro en un 16,26%; casi un punto más que el trimestre anterior, y 2,3 puntos más que hace un año, con Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana con mayor incremento anual del paro.

Se abren las compuertas

La reactivación permitió a la población retomar la búsqueda de empleo. Y así lo refleja la encuesta, con un crecimiento excepcional de casi un millón de activos, que no consiguen paliar la pérdida de mano de obra en el último año, ya sea parada u ocupada, de casi 190.000 personas.

España cuenta a finales de septiembre con 19,18 millones de ocupados, el 3% más que en junio, pero un 3,5% menos que hace un año, cuando no había aún noticia de la pandemia.

De los 570.000 empleos creados en el trimestre, la mayor parte son de naturaleza temporal, unos 420.000.

Ningún sector se libra de la pérdida de ocupados en el último año; si bie, en el último trimestre, todos ellos – salvo la agricultura —, recuperaron empleo, liderados por el mayoritario sector servicios, que creó unos 475.000 nuevos puestos.

Todo el empleo creado, tanto en el trimestre como en el año, corresponde con empleo asalariado, ya que los autónomos bajan en 10.000 personas durante el verano, y 14.000, en el último año.

El empleo público forzó la máquina en el tercer trimestre. En solo tres meses, creó más de 110.000 empleos; lo que, llevado al último año, impulsa su tasa de crecimiento un 3,4%, en contraste con la debacle anual del sector privado, que se deja un 4,8% del total del empleo en el último año.

Fuerte crecimiento del desempleo

La vuelta a la actividad de la población – buena parte de ella, parada, según advirtió la propia encuesta – se refleja en esta ocasión en el crecimiento exacerbado del desempleo. El incremento de parados de julio a septiembre se cifra en más de 350.000 personas. Un aluvión si se compara con los años anteriores, cuando, desde 2014, el paro no hizo sino bajar en ese período: en 16.000 personas el año pasado; en casi 300.000 en 2015, el mejor año del período.

Un incremento del paro femenino en su mayor parte. Y que arroja un dato muy preocupante, como es el crecimiento del paro de larga duración, que suma en el trimestre 230.000 personas que perdieron su empleo hace más de año; si bien, la cifra por debajo de los 40.000 nuevos parados de larga duración, en comparación anual.

Las horas trabajadas son el indicador más fiable para medir el freno a la actividad derivado de la pandemia y de las restricciones asociadas a su combate; puesto que, en el caso de los ERTE o expedientes de regulación temporal de empleo, la encuesta considera ocupados a estos trabajadores.

Así, las horas trabajadas, coincidiendo con la salida de ERTE de cientos de miles de trabajadores, aumentaron entre julio y septiembre un 15,1%, a pesar que el verano suele desinflar en torno a un 8% o 9% su volumen.

Cifra que contrasta con la caída del 22% de las horas trabajadas que detectó la anterior encuesta, elaborada entre abril y junio.