Un paseo por el zoco

27/10/2020

J. M. Miner Liceaga.

Seis meses; ocho semanas; hasta el 9 de mayo; hasta dos meses… Me  recuerda las recomendaciones, sugerencias o consejos de los guías en los  zocos de Marrakech o de Fez, pongo por casos…: Decid siempre: muy caro…y seguir caminando. El mercader insistirá bajando ligeramente el precio… Tú te detienes o se te pone delante y te hace frenar casi en seco. Y tú insistes très cher… ¿Y cuánto das tú?  De acuerdo con las indicaciones del guía tiras de precio a la baja y le ofreces menos de la mitad… No puedo, no puedo… Y entonces te da un nuevo precio y tu subes ligeramente el ofrecido inicialmente… Y al final, ni para él ni para ti. Tu crees haber comprado a buen precio y el vendedor sabe que ha ganado más de lo previsto…

Puro mercadeo.

Lo que estamos presenciando entre gobierno y comunidad me recuerda el cruce de ofertas en el zoco para llevarte al final la espingarda aquella que tan bien podía adornar una de las paredes de tu saloncillo, o aquel cacharro de color cobrizo que a ti te agradaba y que el artesano, con muy buenas artes, por cierto, había confeccionado con la chapa de las latas de sardinas…

Seis meses… me parece mucho… ¿Y cuánto ofreces tú?… ocho semanas…

Y además, para tener un elemento más con el que intentar llegar a un acuerdo pide la modificación de la Ley de  Salud (título abreviado). Y la casa, lógicamente, sin barrer. Y la discusión bizantina de antes y de ahora: ¿son galgos o son podencos?

Otra cosa más para comprobar el interés de unos y de otros por alcanzar un acuerdo mientras se mantienen cifras de contagio altas y las incineradoras mantienen un alto ritmo de valor añadido, es lo que sigue: “sugiero que el cierre sea desde las 23 horas a las 6 de la mañana”; “pues yo considero que es mejor desde las 00 horas a las seis”… o las siete, que no sé la hora exacta porque confieso estar hecho un lío.

¿Una hora más? ¿Para qué? Para demostrar mis dotes presidenciales? ¿Para que las cocinas de los restaurantes tengan más trabajo? Habrá que gastar muchos folios para justificar que las salidas a esas horas de los empleados están en regla. De paso se da trabajo a las imprentas para la edición de los justificantes en blanco o a los fabricantes de cartuchos de impresoras si las autorizaciones se hacen en plan más artesanal…

¿Será tal vez que se está pensando en “salvar” la campaña navideña? Otra vez, ¿para qué? Para estar de nuevo todos juntos en unión, intercambiarnos regalos en la corta distancia, brindar todos juntos por el nuevo año, que se supone lleno de venturas y prosperidad, para mantener la ilusión de los más peques con las cabalgatas y la llegada de los Magos de Oriente… y más regalos y más reuniones familiares y también, si cabe, para terminar con el turrón sobrante de las pasadas fiestas…. Bendita ilusión.

Menos mal que tendremos operativo un nuevo hospital dentro de “ná”(¿será un fijo de las señoras presidentas esto de inaugurar hospitales?) a costa de restar efectivos a los demás centros al igual que se hizo, o parecido, con la “aventura” del IFEMA. Algunos dicen que faltan trescientos mil sanitarios en toda España… También oímos decir que aquí, en la capital, íbamos a tener no se cuántos rastreadores… mi calle está “confinada… pero puedo cruzarla y meterme en la taberna de enfrente a comer o sentarme en su terraza, con mantita por las rodillas incluida, y escuchar como maldicen los de la acera de enfrente… ¡pues haber sabido elegir la orientación de la vivienda, so “bolo”,! que dicen por la provincia de Toledo, cuna de tres culturas -cuatro si contabilizamos la visigoda- que convivieron durante muchos años en paz y armonía… Igual que  sucede ahora con los dos principales del hit parade, que son incapaces de olvidarse de sus respectivos ombligos…

Total, que mientras el maldito virus arrasa por toda la península, al igual o con parecido empeño que por el resto del continente, que tampoco está exento, continuamos con la pelea que para unos es de gallos y para otros muchos, la mayoría, es pueril.

A estas alturas ya solo nos queda por saber que mercadeo prevalecerá. Apuesto por un acercamiento en las semanas o en los meses, lo que ustedes quieran. Seguro que uno ha apostado en el mercado de futuros al alza y el otro a la baja. Y a lo mejor, al final, se dan cuenta, uno y otro, unos y otros, que existe el término medio, aunque cada uno de ellos diga a la postre que es el ganador o los ganadores. Al tiempo. Es la ley del libre comercio, del mercadeo. Aunque jueguen con los seres humanos, cada día más desencantados de los que dicen ser la clase política. De clase, por cierto, poquito.

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