Los accionistas minoritarios de Abengoa después de lograr en parte sus objetivos en la junta celebrada este martes, se mueve al menos en dos direcciones: en la legal y en la encaminada a modificar el acuerdo con los acreedores, que se hizo público el pasado 6 de agosto. Ha optado por impugnar ante los tribunales la denegación en la junta extraordinaria de accionistas la designación de un nuevo consejo de administración, incluido el presidente. Afirman que la decisión del hasta entonces presidente del grupo, Gonzalo Urquijo, de bloquear los cambios es antijurídica e irresponsable.

Mientras, Marcos de Quinto, pese a no haber sido nombrado oficialmente, se muestra partidario de negociar, con los acreedores bancarios y bonistas, con los proveedores comerciales, con el ICO y el CESCE, así como con la Junta de Andalucía que debe aportar un aval para un préstamo de 20 millones de euros. Y que se consiga un pacto que evite que Abengoa se vea abocada al concurso de acreedores. Con la base de que la matriz tiene el 77% del las acciones de Abenewco 1, la empresa que cuenta con los activos del grupo, hace patente su autoridad de facto.

Pero no lo tendrá fácil. Una prueba es que Santander votó ayer en la junta contra la reprobación del consejo, que tiene como consecuencia en parte volver a la casilla de salida en la negociación del plan de salvación de la empresa de ingeniería.

Mientras, Urquijo sigue ejerciendo como presidente, con el argumento de que lo es de la filial Abenewco 1. Ha enviado una carta de los empleados del grupo en la que manifiesta que el plan de refinanciación sigue vigente, y que la compañía es competitiva y que está posicionada en los mercados del futuro.