Koen The School impartirá formación adaptada a la demanda real de las empresas

20/11/2020

Susana de Pablos. Con un modelo educativo propio, abre sus puertas al alumnado en febrero.

José Luis Guillén, cofundador de Koen the School.

“Nuestra escuela está abierta a profesionales que se quieren reciclar, licenciados o profesionales entre los 25 y los 45 años que necesitan completar su formación, o gente entre los 18 y los 25 años que busca alternativas a un título oficial, que busca empleabilidad, pero en el sentido más amplio… “. Son las palabras de el exvicepresidente de la universidad privada mexicana Tec de Monterrey José Luis Guillén ha puesto en marcha el centro de formación Koen the School, según él, “la escuela donde aprender, de verdad, las profesiones de futuro””.  Guillén pone en tela de juicio el sistema educativo que, “tal y como está planteado, es lento y va por detrás de las necesidades que demanda hoy la sociedad”.

Igualmente denuncia Guillén que “la formación en mindsets —creencias, criterios, convicciones, actitudes… traducidos en comportamientos concretos— y competencias es deficiente; lo que explica, en gran medida, el fracaso escolar y tantos jóvenes fuera del mercado laboral”. Compartiendo este ideario, le acompañan en esta aventura empresarial otros dos socios, y juntos, para administrar su centro educativo, han constituido este mismo año la empresa Koen Impact Education SL.

Estos emprendedores abrir sus puertas en febrero, con programas formativos en diversos formatos. Para lograrlo, los tres socios de este proyecto educativo han logrado reunir 200.000 euros con el apoyo de sus amigos y familiares. Además, han conformado un claustro de profesores conformado por profesionales en activo de diferentes ámbitos. Les acompañan en este proyecto: Pilar García Lombardía, doctora por el IESE, experta en competencias profesionales y educación; Nico Fernández, emprendedor y UX strategic designer (diseñador estratégico de experiencias de usuarios); Juandy Llamas, experto en big data, responsable de análisis digital en The Cocktail; Sara Llompart, diseñadora de experiencia, y Eugenio Pérez, doctor en Comunicación y experto en liderazgo estratégico. Este equipo se complementa con otras muchas personas especialistas en aprendizaje e innovación pedagógica, marketing digital, desarrollo de competencias, etc.

Calculan los socios de Koen the School que en seis meses habrán alcanzado el punto de equilibrio y que cuando concluya su primer año de actividad, alcanzarán una facturación de unos 500.000 euros. La fortaleza de Koen está basada en tres elementos, en palabras de Guillén: “Primero, unos conocimientos para el trabajo en el mundo de hoy; segundo, un modelo de aprendizaje efectivo; y tercero, un sistema medible de desarrollo de los mindsets y las competencias necesarias para triunfar en el mercado laboral”.

Imagen: krakenimages.com (obtenida en unsplash.com y modificada).

En Koen desean también ayudar a las personas que no puedan pagarse los estudios, pero que cuentan con las competencias y la pasión necesarias. “Nuestro deseo es que, cualquiera que sea aceptado, pueda realizar el programa adecuado”. Sin embargo, no todo el mundo es aceptado. “No todos tienen las ganas, ni la pasión para atreverse a cambiar y prepararse para el futuro. Y nuestro modelo es muy personalizado, por lo que queremos gente que, de verdad, quiera avanzar”. Para sus promotores, lo relevante de su escuela es:

♦ Qué se aprende. Esta escuela pone el foco en áreas clave de la empresa: el data para conocer, anticipar y decidir mejor; el diseño y la tecnología para solucionar problemas de todo tipo y lograr organizaciones más cercanas al cliente; la ciberseguridad para proteger a los clientes; el cambio para transformar la mentalidad de las personas y de los equipos, y el negocio para lograr organizaciones más humanas, ágiles y que cumplan con su propósito. Porque, en su opinión de Guillén: “No basta sólo con tener conocimientos técnicos. Las empresas y los profesionales reclaman una nueva formación que capacite a las personas para enfrentarse a los retos de futuro. Si no nos damos cuenta de esto, seguiremos preparando a técnicos de herramientas que, en poco tiempo, quedarán obsoletas, o ni siquiera eso”.

 Cómo se aprende. “Lo tenemos muy claro, a través de un modelo basado en la ciencia del aprendizaje”, apunta Guillén. Se trata de adquirir el conocimiento solucionando problemas reales, con profesionales en activo que saben cómo enseñar. Además, los alumnos reciben un seguimiento personalizado a través de diversas herramientas pedagógicas. Las tradicionales clases magistrales se reducen al mínimo imprescindible, y dedicamos el tiempo a debatir, a trabajar en equipo, a cuestionar…

 Para qué se aprende. Tiene que ver con “resolver problemas que importan de verdad, en la vida de las empresas, y de la sociedad en su conjunto —dice Guillén—. Hablamos de un paso más a la capacidad de resolver retos o saber pensar. A la hora de estar en el mundo necesitamos unas competencias y unos mindsets que nos permitan ser proactivos, aprender y desaprender, gestionar nuestras emociones, trabajar en equipo, ser ágiles, saber comunicar, ser creativos e innovadores, ser colaborativos, tener capacidad crítica, una visión ética, ser conscientes de los retos de la sostenibilidad, tener un propósito… Sin estos elementos —asegura Guillén—tener una carrera de éxito será muy, muy difícil”.

Human Core, su método
Además de importar de la Tec de Monterrey “el foco en el alumno y en el aprendizaje, la innovación pedagógica y el sistema de retos para aprender”, Guillén ha creado y registrado Human Core, un método medible y científico, que facilita el desarrollo de los mindsets y competencias: el carácter, desde el desarrollo de las virtudes y la ética; la consciencia, para aumentar la  atención, poner el foco, amplificar las emociones positivas y tomar conciencia de la realidad; el propósito, para dar sentido a aquello que hacemos; la resiliencia; el cuidado de uno mismo y de los demás (relaciones positivas y desarrollo de los demás, empatía, diversidad) y del mundo (servicio, sostenibilidad); la capacidad crítica; la mente abierta y colaborativa; la creatividad y la innovación; la capacidad de lograr resultados y ser ágil y proactivo, y la comunicación. “Lo humano es lo central, lo nuclear. Y todo esto debe de integrarse con la capacidad de adquirir, como decíamos, de unos conocimientos técnicos aplicables muy potentes, y a la última”.

Manifiesta también Guillén que el propósito de la escuela es el florecimiento humano en la era de la inteligencia artificial. Personas que inspiren un impacto positivo en la sociedad. “Preparamos para encontrar un trabajo, sí. Pero también preparamos para saber gestionar nuestra carrera y nuestra vida, siempre pensando en los demás. Y de una manera exitosa”.

Más información
⇒ Seguir en Twitter a: @KoenTheSchool
⇒ Perfil de Koen The  School en Instagram y en LinkedIn

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