Los bancos franceses concentran su deuda soberana en Italia

23/09/2011

Salvador Arancibia. La banca francesa sufre en estos días, como buena parte del resto de la europea, los ataques de los inversores institucionales que miran con recelo el elevado volumen de deuda soberana que tiene en su balance de activo. El mayor problema, sin duda, está en la deuda italiana

Los temores a un recrudecimiento de la crisis financiera no hacen sino aumentar, precisamente estos días en los que la mayor parte de los responsables de los grandes bancos internacionales se dan cita en Washington para asistir a las reuniones de la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial.

Y todo parece girar ahora en torno al sobre endeudamiento de buena parte de los países europeos y a la incapacidad de los gobiernos de encontrar una solución para convivir con una deuda elevada, como lo hacen otros países, como Japón o Estados Unidos. Porque el problema, como reconocía en privado un ex alto cargo socialista, no es tanto el volumen global de deuda de la Unión Europea (que es elevado en cualquier caso) como la decisión de los inversores institucionales de que ese nivel no es soportable. Algo que no parece ser un problema para otros estados.

En los últimos meses la preocupación esencial ha sido Grecia, su volumen de déficit y de deuda y los planes de saneamiento y ayudas para que la economía de ese país no se viera abocada a la suspensión de pagos o la quiebra. Y las posiciones se han ido moviendo tanto desde la inicial que finalmente el sector privado acabó aceptando una quita de parte de la deuda, en forma de alargamiento de la vida de la misma e incluso de pérdidas reconocidas en los próximos trimestres.

Pero la deuda griega, con ser importante no deja de ser la de un país pequeño y con una economía no muy desarrollada. Los problemas empiezan a tener otra dimensión cuando se trata de poblaciones mayores, de economías más avanzadas y de decisiones estratégicas de las entidades financieras la hora de elegir dónde colocar sus recursos.

El caso de los grandes bancos franceses, que están en el ojo del huracán en las últimas semanas porque se entiende que están muy expuestos a este tipo de inversión, es esclarecedor. Según un informe de la firma francesa CM-CIC Securities, los tres grandes bancos galos, BNP, Société Générale y Crédit Agricole, tienen una exposición superior a los 45.000 millones de euros a deuda soberana de los países en dificultades de la Unión Europea: Grecia, Irlanda, Portugal, España e Italia.

El reparto es muy desigual, tanto por lo que se refiere a los bancos como a los países a quienes han prestado. Grecia supone poco más de 5.000 millones de euros, del total, es decir una novena parte. España, Irlanda y Portugal suman entre los tres algo menos de 9.000 millones de euros, es decir un 20% del total.

Finalmente, Italia es el país, de estos cinco, donde se concentra más la inversión de los grandes bancos franceses en deuda soberana. Un cifra superior a los 31.000 millones de euros, más de dos terceras partes del total.

Por entidades, es la BNP la que mayor riesgo tiene contraído, 29.000 millones de euros, de los que 21.000 están en deuda italiana. Crédit Agricole tiene algo más de 10.000 millones de euros en estos países, y también la mayor parte en Italia. Finalmente Société Générale apenas tiene más de 5.000 millones en los cinco países y su distribución es más homogénea, aunque hay que resaltar que su exposición en Grecia, 1.500 millones, excesiva para el total que tiene comprometido.

A la luz de estas cifras no es de extrañar que los temores por el impacto que sobre los bancos franceses pudieran tener mayores problemas en los cinco países aumenten en la medida en que se complica la situación griega pero especialmente la italiana con la escalada de la prima de riesgo que ha tenido lugar en las últimas semanas.

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