El Consejo General de Economistas (CGE) estima que el PIB podría caer por debajo del 3% intertrimestral en el cuarto trimestre del año, por lo que mantiene que el Producto Interior Bruto se contraerá este año un 12,2% como consecuencia de la crisis del Covid-19. Al mismo tiempo, rebaja su previsión de crecimiento al 5,5% en 2021, 1,3 puntos menos que en septiembre, por la incertidumbre respecto a la continuidad de «muchas empresas y empleos».

El Observatorio Financiero del Consejo destaca que, al igual que ha ocurrido en las principales economías del mundo, el crecimiento «con fuerza» del PIB del 16,7% en el tercer trimestre en España «no ha sido suficiente para compensar las caídas de los trimestres anteriores». La segunda ola de la pandemia, con el aumento del número de contagios y las restricciones impuestas, está teniendo un efecto negativo en el turismo, la hostelería, la restauración y las actividades artísticas, por lo que estima que el PIB podría caer menos del 3%.

En cualquier caso, mantienen la previsión de contracción del PIB en tasa interanual del 12,2% a final de año, mientras que para 2021 se revisa a la baja la previsión de crecimiento realizada en septiembre, desde el 7,2% al 5,5%, motivada fundamentalmente por la incertidumbre existente en la continuidad de muchas empresas y de los empleos, una vez finalice la prórroga de los ERTEs, así como la moratoria en la solicitud de concurso de acreedores de las empresas, que puede disparar el paro de larga duración y la insolvencia de empresas, con el consiguiente riesgo financiero.

La estimación de un crecimiento del 5,5% de los economistas es 3,3 puntos al 9,8% previsto por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado para 2021, un objetivo que el Consejo General ve «difícil» de cumplir por la incertidumbre sanitaria, social y económica.

El Consejo mantiene la estimación del 18% de paro, por encima del 17,1% estimado por el Gobierno, ya que «probablemente» en 2021 una «gran parte» de los ERTE se conviertan en despidos definitivos, en muchos casos para trabajadores sin cualificación y con pocas posibilidades de recolocación, lo que afectará a su capacidad adquisitiva y al consumo

Esta incertidumbre está provocando que la tasa de ahorro de los hogares sobre la renta disponible bruta se haya situado en el 22,5% en el segundo trimestre, 12,3 puntos superior a la del trimestre anterior. Para final de año, se moderará, situándose en torno al 18%. En la medida en que la incertidumbre sanitaria se vea reducida por la vacuna, se incrementá el consumo privado en 2021 hasta llegar a una tasa de ahorro del 8%-10%.

El Observatorio Financiero también señala que el incremento del gasto público y el desplome de la recaudación llevará a un déficit público de entre el 12% y el 15% y a una deuda pública en torno al 120%-125% este año.

El efecto de los fondos europeos en la economía española puede «no ser suficiente» para evitar los cierres de pequeñas y medianas empresas, dado que, para acceder a ellos, los proyectos deben estar alineados con las prioridades definidas por la Unión Europea:, como digitalización, economía verde o competitividad industrial, aspectos que generalmente en manos de grandes empresas.

Por ello, el Consejo General propone que los fondos europeos se destinen a realizar las reformas necesarias que permitan corregir las deficiencias de la economía y elevar la productividad. Y dado que el 95% del tejido empresarial en España está formado por pymes, ve «fundamental» su reestructuración, potenciando la tecnología y la digitalización para mantenerse en el mercado.