Las empresas de lujo fueron fuertemente castigadas en Bolsa nada que más se inició la pandemia; llegaron la crisis económica, la reducción a mínimos del turismo y el comercio mundial que hundieron la demanda. Empresas, como el líder mundial LVMH, cayeron a mínimos de años; y las perspectivas en marzo y abril no daban paso al optimismo.

Si bien todo cambió a partir de mediados de año. Y la compañía francesa LVHM, que agrupa a las marcas más glamourosas del planeta como Luis Vuitton, Kenzo, Tag Heuer, Dom Pérignon, Dior o  Moet & Chandon, se ha consolidado en el puesto de compañía de más valor en Bolsa en Europa, con 250.000 millones de euros de capitalización bursátil, tras subir un 20% en 2020. Le sigue en valor en EuroStoxx 50, L’ Oreal, con una capitalización por 170.000 millones de euros.

La evolución de los valores de lujo se refleja, asimismo, en el índice S&P Global Luxury Index que presenta una subida anualizada del 30%. Si bien la recuperación se percibe más si se compara los 1.780 puntos a los que cotizaba en el peor momento de la pandemia con los 3.900 puntos actuales.

El índice está compuesto por las 80 de las compañías más grandes que cotizan en Bolsa, que participan en la producción o distribución de bienes de lujo. Entre sus diez principales componentes se encuentran, entre otras, LVMH, Kering, Estee Lauder, Richemont, Nike, Hermes, Pernod-Ricard o Diageo.

¿Qué ha cambiado en el transcurso de la pandemia? Básicamente, según los gestores, el control por China y otros países asiáticos de la evolución del Covid-19, lo que conllevó la recuperación de la economía del gigante asiático, y con ella el consumo, pese a que el turismo sigue bajos mínimos y los turistas del Oriente Lejano no inunden todavía las tiendas de lujo de Occidente.

Asia ha sido el motor del sector de lujo desde, al menos de las dos últimas décadas, no sólo con Japón sino también con la irrupción de una numerosa clase acomodada en China, al igual que en otros países asiáticos. Son clientes que ahora se han sumado a las compras online, una buena noticia para las empresas con marcas emblemáticas., que esquivan la crisis que afecta a la distribución a través de los comercios tradicionales. Los expertos relacionan el aumento de las compras de productos de elevado precio con el mayor nivel adquisitivo de las mujeres, que ya no tienen que esperar a recibirlos como regalo.

La compra de la joyera estadounidense Tiffany & Co por LVMH en el último trimestre del año, después de un largo proceso marcado por las divergencias por el precio, fue también un impulso para el sector. La operación ha creado un grupo con ramificaciones en las áreas más estimadas por los clientes más exquisitos.