La primera reunión para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ha finalizado con bastante entendimiento entre las partes, que parecen estar de acuerdo en extender esta herramienta hasta el 31 de mayo.

No obstante, Gobierno, sindicatos y empresarios se han emplazado a un nuevo encuentro el lunes 11 de enero, a partir de las 17.30 horas, para seguir avanzando en las negociaciones, que en esta ocasión no parece probable que se dilaten hasta el último momento. El plazo vigente de los ERTE  termina el 31 de enero.

En ese sentido, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, cree que los ERTE deben durar mientras haya pandemia y que las prórrogas deben ser automáticas. Y pide a la CEOE que «no pida nada que no pidan sus colegas europeos».

Gracias a los ERTE, se han salvado 2,2 millones de empleos que «si no se hubiesen perdido», pero reclama que no se olviden los 700.000 parados más que hay en España.

Sobre la propuesta del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, de que las empresas puedan ajustar plantilla devolviendo a la Seguridad Social las exoneraciones del ERTE pero no de todo el personal, sino sólo del trabajador que sea despedido, Álvarez asegura que «en ningún caso va a aceptar que no se mantengan los seis meses de garantía del empleo».

«La CEOE sabe que en Francia, Italia y Alemania el mantenimiento del empleo es un año y estas patronales de estos países no han presentado ningún tipo de objeción», argumenta Álvarez, que añade que «parece razonable» que «si por cada 100 euros que el Estado ha invertido en la pandemia, 75 han ido a ayudar a mantener a las empresas, que el mínimo que se le puede exigir a estas es el mantenimiento del empleo».