Un aviso en toda regla

28/09/2011

M. L.. 28-09-2011

Los índices neoyorkinos han vuelto a las andadas, que hacía ya mucho tiempo que yo no escribía la palabra derrumbe y ya tocaba. A pesar del optimismo inicial, Wall Street ha cerrado con severas pérdidas y complica aún más la situación.

¿Hay razones para un nuevo derrumbe? Así a vuelapluma se me ocurren como dos centenares, pero me concentraré solo en los dos más inmediatos que pueden resumirse en sòlo uno: Wall Street ha dado un aviso en toda regla a los politiquillos de turno y en esta definición van incluidos algunos personajes no calificados como políticos.

Vamos con los avisados. El primero y más inmediato es Ben Bernanke. El presidente de la Fed tenía prevista una conferencia media hora después del cierre de los mercados y ya se saben que las Bolsas andan un poco irritadas con el bueno de Ben. No sentaron bien sus «no medidas» de estímulo y el mercado hace saber que no confía en él. Presiona todo lo que puede para intentar que la Fed termine por hacer algo más serio.

Pero a quien más avisa el mercado es a toda suerte de politiquillos alemanes, comenzando por Ángela Merkel y terminando por los respetables miembros del prestigioso instituto IFO. Empecemos con la señora Merkel, quien a un día de la votación crucial para la aprobación de las nuevas ayudas a Grecia se le ha ocurrido decir que «estamos a la espera de lo que digan el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional«. Vamos, que si por ella fuera, ni un euro. Todo un ejercicio de funambulismo el de quien un día fue la líder indiscutible de Europa. Ni qué decir tiene que al mercado le han sentado como un tiro las palabras de la canciller alemana.

La señora tiene un problema que en buena medida ella misma se ha creado. En su coalición de gobierno hay demasiados diputados que van a votar mañana en contra de la ampliación del Fondo de Rescate. «Cría cuervos y te sacarán los ojos». La propia señora Merkel ha jugado a ese juego suponiendo que obtendría rédito electoral con ello y resulta que ha perdido seis de las siete elecciones parciales celebradas este año en su país y en su coalición de Gobierno no la respeta ya ni «el Tato».

A tal punto han llegado las cosas que ya nadie está pendiente de la votación de mañana, que saldrá aprobada porque cuenta con el respaldo de la oposición del SPD y Los Verdes, que no han hecho campañas electorales en base a lo que ocurre en Grecia y van sacando buenos resultados, mire usted por dónde. Ahora mismo el asunto está planteado en saber si la señora Merkel obtendrá suficiente respaldo entre los suyos o si se tendrá que ir a casa mañana mismo por la noche. En verdad, no sé qué será mejor, porque esta versión de Ángela Merkel es un auténtico lastre para Europa.

Por supuesto, el aviso incluye a todos esos politiquillos de cuyo voto depende mañana la estabilidad del Gobierno alemán y al prestigioso IFO, que se ha despachado con un informe-ponencia en el que evalúa en términos de exclusiva política alemana el coste que tendría para Alemania la quiebra de Grecia, lo que no es novedad, pero ha vuelto a incluir en el grupo a España e Italia.

¿No habíamos quedado todos en que no volveríamos a mencionar a estos dos países? Por este sencillo método lo que estaba pensado concebido como un documento de «apoyo» al auxilio a Grecia se convirtió en un elemento añadido de inestabilidad. Más de uno y más de dos se preguntan ahora ¿por qué incluye el Ifo a España y a Italia en sus cuentas? ¿Porque existe peligro real de que quiebre?

Y mejor no mencionar el apartado de alertas sobre el riesgo país que lanza el informe sobre la propia Alemania, llegando a decir que el mercado valora ahora mismo con un 12% de probabilidades ¡¡la quiebra de Alemania!! Espero que el prestigioso instituto haga mejor otros informes, porque con este, que seguro que será sesudo y documentado, se han lucido.

Lo que no termino de entender es por qué los mercados no se han hundido ya irremisiblemente. Razones no faltan, así que será simplemente porque no tienen ganas. Pues bien, les están tocando las narices que se van a venir abajo en el momento más inesperado.

Vayamos con el gráfico y verán a qué me refiero.

No es descabellado en absoluto lo que les pinto con flechas en el gráfico del S&P 500. El canal lateral del que hablábamos ayer puede ser entendido como una figura de Hombro-Cabeza-Hombro (algunos aceptamos que puedan estar inclinadas porque es mucho más normal que las completamente rectas, pero es anatema para otros) cuya ruptura tendría más o menos esas consecuencias. El entorno a vigilar está en el entorno de los 1.118 puntos y sólo una ruptura clara de la línea roja de tendencia bajista a corto plazo alejaría el peligro de que esa figura bajista termine por conformarse y abra paso al tercer impulso bajista del que suelen hablar los seguidores de las ondas de Elliott.

En fim, sin ánimo de ser catastrofista, o Europa resuelve sus problemas con celeridad o estaremos ante problemas graves. El primer asalto se juega mañana en Alemania y de momento Wall Street se ha puesto pesimsta. Al cierre, el Dow Jones bajó un 1,51%, el S&P 500 un 2,07% y el Nasdaq Composite un 2,17%.

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