Diario de campaña esclarecida, tomado a pie de campo en su fulgor cromático, con esa cualidad de apuntador fiel a las pintadas y a su gravedad. Daniel Serrano ha escrito papacuentameotravez. Apuntes sobre una revolución que contar a nuestros hijos, algo así como Papá, cuéntame otra vez el 15-M, con una voluntad de tomar notas de lo que fue Madrid en sus días azules, cuando se regresó al ágora visible y la gente pronunció su discurso específico. De redacción urgente, publicación urgente y más urgente lectura, papacuentameotravez tiene un poco de todo, de libro misceláneo con espacios abiertos a la interpretación, pero también con esa concreción fija del dato que se debe así mismo su tensión. A partir de la canción compuesta con su hermano Ismael, se rescata de nuevo ese desencanto y la ironía que un día también nos lanzarán a la cara a nosotros; así, del mismo modo que la generación nacida con la democracia ha podido mirar a los ojos cansados de sus padres, instalados quizá en la comodidad de las causas perdidas por el tiempo inclemente, y preguntar qué pasó realmente con el mayo francés, y también con la Santa Transición, qué se ha hecho tan mal para que ahora estemos como estamos, también otra generación, la que está hoy por venir, podrá mirar también a nuestros ojos, quizá también envueltos en ese vaho de hastío compasivo, y preguntarnos qué ocurrió con ese 15-M que entonces quizá estudien en los libros de texto, suponiendo que todavía existan los libros de texto dentro de veinte años.

Daniel Serrano trata de responder a estas preguntas, venideras y actuales, después de haber estado en la acampada con ese punzón frío sobre la realidad del periodista profesional, sí, pero que se guarda en la recámara el derecho a tejer su propia geografía emocional, un poco a lo Rick Blaine sin desenlace amistoso. Libro muy político, libro muy periodístico, libro muy literario, libro muy cinematográfico, no solamente es un diario del 15-M, ni un material válido, por vivo, para investigaciones futuras, sino también, y especialmente, un retrato sentimental de una generación, la primera de la democracia, que se resiste a perder sus propios mitos. Pero, detrás de la noticia y su cinismo inevitable, con ese desengaño tras perder todas las batallas anteriores, hay alguna esperanza. Hablando del 15-M, Daniel Serrano ha escrito de sí mismo y también de muchos de nosotros.