El coronavirus deja un rastro de enfermedad, muerte y pérdidas económicas. Y amenaza con disparar el número de despidos. Los sindicatos UGT y CCOO así lo creen. Y han organizado protestas en febrero. Con ellas tratan de forzar al Gobierno a aprobar una nueva normativa que endurezca el despido. Y evite un coladero de rescisiones de contrato durante los próximos meses.

UGT y CCOO, los dos mayores sindicatos españoles, anunciaron este martes próximas movilizaciones durante el mes de febrero. Las centrales, que mantienen por el momento buena relación con el Gobierno, tratan de forzar al Ejecutivo a cumplir sus compromisos, expresados en el pacto de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, que aupó al poder a Pedro Sánchez hace ahora un año.

La demanda sindical incluye, además de una “reforma del despido colectivo”, que evite con carácter “urgente” el aluvión de rescisiones de contrato que se prevé “en los próximos meses”; o, al menos, que evite “una mayor destrucción de empleo” cuando se inicie el deshielo —real y metafórico— y se deshaga la burbuja creada por los ERTE y el resto de ayudas del Estado frente al coronavirus.

Otros demandas coronan la anunciada movilización sindical, que se concretará en los próximos días. La subida del salario mínimo encabeza las mismas. Los sindicatos no entienden que el Gobierno se haya negado a actualizar esta renta, atendiendo a las peticiones de los empresarios. Y piden que se siga actualizando tras las intensas alzas de los últimos años, sobre todo en 2019, que la ha situado en 950 euros por catorce pagas, hasta que al fin alcance la meta del 60% del salario medio neto al final de la legislatura.

Los representantes de los trabajadores recuerdan al Gobierno su promesa. Y piden además que cumpla con otros compromisos. La derogación de la reforma laboral es uno de ellos. Pero también la de las pensiones. Una materia en la que acusan al Gobierno de oscurantismo, por los globos sonda lanzados en torno a diferentes medidas.

La idea de alargar el período de cálculo de 25 a 35 años no gusta a los sindicatos. Y tampoco otras propuestas de “alargar la edad de jubilación” sugeridas por Escrivá, el ministro del ramo, sin que este las haya puesto encima de la mesa donde negocian empresarios y sindicatos, bajo la batuta de la Administración.

“El Gobierno no cesa de lanzar propuestas a través de los medios de comunicación, sin presentarlos en dicha mesa”, explicaron hoy fuentes de CCOO y UGT, tras la reunión de sus respectivas cúpulas, que volverán a verse los próximos días para concretar las protestas de febrero.

No olvidan la reforma laboral

Otros asuntos candentes también figuran en la agenda que los sindicatos quieren imponer al Gobierno. En primer lugar la reforma laboral, cuyos “aspectos más lesivos” el Gobierno se comprometió a derogar, sin que por el momento se hayan plasmado esos cambios más allá de algunas cuestiones menores.

Los sindicatos no quieren volver a la normativa laboral anterior a 2012. Pero sí quieren borrar del Estatuto de los Trabajadores cuestiones como la prioridad aplicativa del convenio de empresa sobre el de sector, la fecha de caducidad de los convenios colectivos y la regulación de las subcontratas.

Fuentes consultadas señalan que la CEOE estaría dispuesta a transigir en asuntos como la prioridad de los convenios colectivos. Pero destacan que la regulación de las subcontratas es un casus belli, que movilizaría a los patronos, reticentes a cambiar una normativa que regula un gran número de empresas y actividades hoy subcontratadas, que deberían transformarse si la ley cambia, con riesgo de pérdidas y ruina.

Otro asunto que disgusta a la patronal, y a la que opusieron en su momento, es la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), especialmente en un momento como el actual, como multitud de empresas atraviesan una situación muy delicada por culpa de la pandemia, precisamente en sectores muy afectados, como la hostelería.

Además, los patronos recuerdan el efecto arrastre que el salario mínimo ejerce sobre otras rentas, que aunque superiores, están referenciadas a él, y son por tanto influidas por sus variaciones.

Agenda sindical

El próximo día 19 de enero las cúpulas de CCOO y UGT celebrarán un cónclave con la intención de fijar el calendario de “movilizaciones para el mes de febrero”.

“El objetivo es exigir la puesta en marcha de la agenda de reformas sociales que garanticen una reconstrucción justa”, afirmaron hoy jueves.

La vacunación, según ambas centrales, debería acelerarse en los próximos meses. Y es momento de situar a “las personas” en el primer renglón de la agenda política.

La subida del salario mínimo, la liquidación de la reforma laboral, el desarrollo de los acuerdos del Pacto de Toledo en pensiones, y nuevas normas para la negociación colectiva, así como un nuevo marco laboral que regule a Deliveroo y el resto de plataformas digitales, jalonan esta agenda, donde tampoco faltan una ley de igualdad salarial y un plan de choque contra los accidentes de trabajo.