No es que se pudiera esperar mucho positivo de una votación, la alemana, de la que se sabía de antemano el resultado, pero no es menos cierto que el mercado está completamente a la defensiva. Tras las euforias suscitadas por el optimismo respecto a la situación griega, al mercado le ha sentado como un jarro de agua fría que Alemania insiste en que no habrá más ampliaciones del Fondo de Rescate, al punto de que su ministro de Economía llamó «indecentes» estas especulaciones. Tendrá que hcerselo mirar, porque es la propia Comisión Europea la que anda en el asunto.

Ahí está precisamente el problema que detectan los mercados, la descoordinación absoluta existente en Europa. La nueva Europa Unida me recuerda cada vez más a nuestro «Estado de las Autonomías». Un batiburrillo de consideración en el que cada uno tira para su lado sin ningún miramiento. Ahí tenemos a los alemanes tratando de dar lecciones a todo el mundo de lo que hay que hacer y exigiendo una política fiscal común, para después mostrarse absolutamente contrarios a casi cualquier cosa. No quieren los eurobonos, no quieren la ampliación del Fondo de Rescate…

Y claro, el mercado lo nota. Si de la votación no se podía sacar nada en claro, los inversores sí escucharon claramente al inefable ministro de Economía alemán garantizando que «la contribución alemana es de 211.000 euros y ni uno más». Para este espectáculo, mejor hubiera sido dejar quebrar a Grecia hace ya más de un año porque al final la van a hacer quebrar entre todos gastando mucho más dinero. Dije al principio que el mercado está a la defensiva, pero pensándolo fríamente tiene muy pocas opciones más.

Con este estado de cosas, ni la aparición de un buen dato de empleo en Estados Unidos fu suficiente para lanzar a los indices que, sí, subieron, pero con una languidez bastante lamentable. No me ha gustado la sesión, ni poco ni mucho. en términos de resultado final, fue buena, pero debería haber sido mucho mejor no tanto en resultados sino en perfil. El gráfico intradiario es una montaña rusa de consieración, al vaivén de las noticias.

Lo mejor fue el cierre y sobre todo en el Ibex, que compensa de sobra la caída de ayer y sigue mostrando una cara ligeramente mejor que sus homónimos europeos. El peor, con diferencia, el FTSE otra vez lastrado por el retroceso de valores importantes. Al final, el Dax avanzó un 1,10%, el CAC un 1,07% y el Ibex un 1,32%. El FTSE debió conformarse con unas leves pérdidas del 0,40%.