Los mercados esperan de Biden una vuelta a la normalidad en EEUU

20/01/2021

Miguel Ángel Valero. Matthew Benkendorf, de Quality Growth, destaca que la lucha contra COVID es una de sus principales prioridades de Biden. "Además, su presidencia traerá una agenda más centrada en el medio ambiente, lo que  generar más presión o escrutinio sobre sectores sensibles a la regulación ambiental, como la energía y los productos básicos". Y Capital Group vaticina que el 46º presidente de EEUU supondrá un gran impulso para las energías renovables.

Joe Biden es ya oficialmente el presidente número 46 de Estados Unidos. Con la mano sobre en la Biblia de la familia, el segundo mandatario católico de EEUU ha jurado el cargo ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.

Biden es el presidente de mayor edad en llegar a la Casa Blanca, tras más de tres décadas como senador y ocho años como vicepresidente entre 2009 y 2017, con Barack Obama.

Frente a la ausencia de Donald Trump (la primera vez en más de un siglo y medio que el presidente saliente no da el relevo a su sustituto), asistieron los expresidentes Obama, George W. Bush y Bill Clinton. El hasta ahora vicepresidente, Mike Pence, ha representado en el acto a la Administración anterior.

Portocolom AV considera que «los inversores están a la expectativa del relevo en la Administración norteamericana», con «una transición de poderes que se ha visto envuelta en una realidad que poco o nada tienen que ver con lo que se espera de la primera potencia mundial y que cuenta con un sistema democrático tan arraigado». Y destaca el plan de estímulos anunciado por Joe Biden, que ascendería a 1,9 billones de dólares para reactivar la economía:  «Un plan de estímulo con un elevado componente social con el objetivo de tratar de reactivar a las familias y pequeñas y medianas empresas, sin olvidar el componente sanitario con un importe importante destinado a tratar de combatir el Covid 19″.

Matthew Benkendorf, CIO de Quality Growth (grupo Vontobel Asset Management), precisa que «el cambio de Administración en EEUU suele tener poco impacto en el mercado a largo plazo», pero que en el caso de Biden «lo que estamos viendo es en realidad un posible retorno a la estabilidad, la normalidad y la transparencia reales«.

«Es probable que el crecimiento de los beneficios de las empresas, el factor que ayuda a impulsar la rentabilidad de la renta variable, se vea reforzado a corto plazo si se aprueba un nuevo estímulo fiscal», opina.

«Existe una importante dicotomía en Estados Unidos; parece que muchas grandes empresas que cotizan en Bolsa están funcionando bien y, en cierto modo, muy bien, mientras que las pequeñas y medianas que generan el grueso del empleo del país, han de luchar día a día. Es más factible que las políticas que podríamos ver que abordan este problema funcionen de forma ascendente, con iniciativas que apoyen los salarios de los trabajadores primero, y de las empresas después, centrándose en las compañías más pequeñas. Al tratarse de una economía orientada al consumo, tiene sentido repartir el pastel haciendo que una mayor parte de la población tenga más poder adquisitivo para alimentar la economía. Como tal, las empresas orientadas al consumo podrían ser las beneficiadas en los próximos cuatro años», argumenta.

Pero este experto avisa que «el mayor riesgo que se nos avecina podría ser una sorpresa económica negativa». «Hasta que no saquemos a la COVID del camino, no está claro cuán profundo es el agujero económico, y menos aún con qué rapidez seremos capaces de salir de él».

En ese sentido, Matthew Benkendorf destaca que la lucha contra COVID es una de sus principales prioridades de Biden. «Además, su presidencia traerá una agenda más centrada en el medio ambiente, lo que  generar más presión o escrutinio sobre sectores sensibles a la regulación ambiental, como la energía y los productos básicos».

«Dado que el cuidado de la salud ha sido un gran enfoque demócrata, podríamos ver más volatilidad en ese sector, pero las compañías del sector del cuidado de la salud presentan unos fundamentales sólidos y deberían continuar haciéndolo bien. Las empresas financieras, que ya han estado bajo presión, también podrían experimentar cierta volatilidad, ya que es menos probable que estas empresas obtengan un gran aplazamiento o una mejora progresiva, desde el punto de vista reglamentario, dada la mano típicamente más pesada de una Administración demócrata», añade.

El sector tecnológico representa ahora el 27% del Índice S&P 500, y sólo un pequeño número de empresas domina la rentabilidad en el mercado. Es un espacio naturalmente consolidado en el que existen muchas empresas líderes, como Google, que ocupan posiciones cuasi monopolísticas. «Aunque las grandes compañías de tecnología de la información han atraído recientemente un mayor escrutinio regulatorio, no creemos que los inversores en empresas tecnológicas de EE.UU. deban preocuparse demasiado. Creemos que el comportamiento de los consumidores impulsará el crecimiento futuro de este tipo de cotizada y estamos observando de cerca cómo están aportando valor a sus clientes», precisa el CIO de Quality Growth.

«Desde una perspectiva de inversión, ante la perspectiva de una con más incertidumbre en el camino, por ejemplo, cambios en los tipos de interés y trastornos políticos, que podrían sacudir los mercados y las empresas, es importante centrarse en las empresas que son resistentes a las alteraciones macroeconómicas. Independientemente del contexto macroeconómico o político, es fundamental profundizar en los fundamentales de las empresas y buscar beneficios previsibles a largo plazo. Los inversores deben buscar empresas con modelos probados y repetibles y posiciones establecidas de liderazgo en sus mercados, y ajustarse más a la situación subyacente de empresas específicas y a sus perspectivas de crecimiento duradero y sostenible», recomienda.

Punto de inflexión para el dólar

En Capital Group señalan que «es posible que, tras una década de crecimiento, el dólar estadounidense se encuentre ante un punto de inflexión». Los tipos de interés en mínimos, el incremento de la deuda pública y un contexto económico confuso provocaron que en 2020 alcanzase su cotización más baja en muchos años.

Jens Søndergaard, analista de divisas de Capital Group, cree que «el dólar está sobrevalorado, pero para que se produzca un verdadero mercado bajista necesitamos evidencias de que se está afianzando el crecimiento fuera de Estados Unidos». A corto plazo esto dependerá en gran medida de cómo se comporte el virus y de la rapidez con la que se autorice y se administre una vacuna en todo el mundo. «En cuanto despegue el crecimiento y nos hayamos recuperado en condiciones de la pandemia, creo que es muy probable que veamos cómo el dólar se debilita todavía más», añade.

En este contexto, puede que sea un buen momento para que los inversores diversifiquen parte de su exposición en otras divisas. Esto se puede hacer a través de una estrategia de renta fija básica mundial gestionada activamente, o a través de la inversión en clases de activo con cobertura. Para los inversores que pretendan mejorar la generación de rentas de su cartera, la asignación a deuda de mercados emergentes también puede ser una opción atractiva durante los ciclos de debilidad del dólar. Históricamente, esta clase de activo, incluidas las divisas emergentes, han registrado en general buenos resultados durante los mercados bajistas del dólar. (Gráfico en el doc adjunto)

Impulso a las energías renovables

Una de las primeras decisiones de Biden va a ser la vuelta al Acuerdo de París. En este sentido, Capital Group vaticina que Joe Biden dará un nuevo impulso a las energías renovables.

La transición hacia las fuentes de energía verde va cobrando fuerza conforme los servicios tradicionales de electricidad y gas comienzan a depender en menor medida de la energía basada en el carbono y más de la energía eólica y solar. «Nos encontramos en las primeras etapas del proceso de transición hacia la electrificación de la red y la energía verde, y son varios los factores que pueden impulsar el crecimiento en los próximos años», señala Noriko Chen, gestora de renta variable de Capital Group.

«Algunas compañías tradicionales de servicios de electricidad y gas están alcanzando un punto de inflexión en el que comienzan a ser reconocidas más como compañías de crecimiento que como simples generadores de electricidad u operadores de red de la vieja economía», argumenta.

«Tal y como hemos podido comprobar con la energía eólica y solar, conforme nos acercamos al equilibrio económico se invierte más en el sector», señala Chen. «Estamos muy atentos a los puntos de inflexión de otras energías renovables, como el hidrógeno verde», recalca.

 

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