Tacha las hipotecas con interés negativo de un «despropósito, es el mundo al revés», pero reconoce que el banco las acepta en «casos muy concretos y por razones comerciales». No da más detalles porque «es una decisión que compete a los directores territoriales» de la entidad.
Tanto la CEO de Bankinter, como el director financiero, Jacobo Díaz, insisten en que son «enormemente prudentes» en provisiones, pero descartan hacer nuevos esfuerzos adicionales «aunque la recuperación sea más lenta de lo previsto», porque consideran que son «suficientes» ante un escenario de empeoramiento de la morosidad.
María Dolores Dancausa parece enviar un mensaje a sus competidores cuando afirman que «ni cobramos, ni tenemos intención de hacerlo» por los depósitos de particulares. «Somos conscientes de que algunos bancos, sobre todo los más grandes, ya lo están haciendo, pero no es el caso de Bankinter», insiste su consejera delegada. Al mismo tiempo, asegura que la tendencia al alza en las comisiones en la banca «es una oportunidad para que Bankinter capte clientes de otras entidades».
En la misma línea, el director financiero señala en el encuentro con los analistas que las fusiones de otros bancos son para Bankinter «una buena oportunidad para crecer», ya que suponen esfuerzos de integración, ajustes de plantilla y cierre de sucursales y, por tanto, «más capacidad para atraer clientes a nuestro modelo de negocio».
Bankinter ya ha formalizado ante el Banco Central Europeo (BCE) la solicitud para realizar el ‘spin-off’ (escisión de la compañía) de Línea Directa, que es el paso previo a la salida a Bolsa de la aseguradora ahora 100% del banco, y anunciada en diciembre de 2019. «Estamos absolutamente determinados a llevar a cabo la operación. Nos gustaría que fuera antes de la junta general de accionistas de Bankinter, pero la fecha depende del BCE», señala María Dolores Dancausa. «Para Línea Directa es una oportunidad única», insiste, al tiempo que proclama que «la capacidad de crecimiento de Bankinter sin Línea Directa sigue siendo notable». Sin necesidad de fusiones, porque «la independencia es un valor que aporta Bankinter a sus clientes».
Bankinter también ha pedio al BCE autorización para pagar un dividendo en efectivo de 0,05 euros por acción, lo que supone el 15% del beneficio de 2020, respetando por tanto el tope máximo impuesto por el supervisor. María Dolores Dancausa, que reconoce que «aún no hemos recibido respuesta del supervisor», argumenta que su propuesta «entra dentro de la moderación» requerida por el BCE a las entidades y «es acorde con la solidez y ratios de capital y solvencia» de Bankinter, por lo que descarta objeciones por parte de éste.
Jacobo Díaz descarta devolver a los accionistas de Bankinter el exceso de capital, estimado en un punto y medio sobre los niveles requeridos», porque «tenemos que financiar nuestro crecimiento orgánico». Elude contestar si habrá un dividendo adicional, una vez que el BCE levante las restricciones en septiembre de 2021.
El director financiero de Bankinter deja muy claro ante los analistas que la intención del banco es volver «cuanto antes» a destinar a dividendos la mitad del beneficio de cada ejercicio. «En 2021 tenemos que esperar a ver cuáles son las recomendaciones del BCE, pero queremos volver a nuestro ‘pay-out’ del 50% de nuestra política de dividendos tan pronto como sea posible, respetando cualquier recomendación que haga el BCE a las entidades en España», precisa.
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