Casi un 25% de las personas en España trabajan con un contrato temporal. Se trata de la vía de ajuste más habitual de las empresas, que, cuando vienen mal dadas, sueltan lastre prescindiendo de sus trabajadores temporales. Un mecanismo que se ha repetido durante la pandemia. Y que ofrece imágenes inéditas, como una industria con mayor potencial empleador de temporales que la hostelería, el gran reservorio de la eventualidad.
La industria sobrepasó a la hostelería en contratos temporales firmados. Con casi 1,7 millones, frente a los 1,6 millones escasos de la segunda, el sector manufacturero —donde este tipo de contratación apenas cayó un 13%— se alza así, solo por detrás de agricultura y pesca, en el Olimpo de los empleadores eventuales, según datos del SEPE manejados por Randstad, la empresa de trabajo temporal.
Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal revelan, no solo la magnitud de la tragedia, en términos de empleo, del año del coronavirus; sino también, por vía indirecta, la dependencia económica que muchas personas tienen de esta contratación más feble.
La hostelería, el gran almacén de trabajadores temporales, con más de 4 millones de contratos firmados en 2019, fue también donde más se sufrió el desastre económico provocado por la pandemia. Con casi un 62% de contratos perdidos, el sector hostelero tuvo que conformarse el año pasado con firmar apenas 1,6 millones, según esta estadística.
Una caída que permite a la industria alzarse en el segundo puesto de los sectores con más contratación eventual, con casi 1,7 millones; 13% menos que en 2019.
Junto a la hostelería, otro sector, el de las actividades recreativas y artísticas, despunta en cuanto al empleo perdido el año pasado. Frente al millón de contratos firmado en 2019, este sector de las artes apenas signó 400.000 el año pasado; es decir, un 60% menos, debido al coronavirus.
Una vía de ajuste que afectó igualmente a actividades en principio menos ligadas a las restricciones, como las actividades científicas y técnicas, que, pese a ello, igual perdió un 40% de su empleo temporal respecto al año anterior; lo que podría confirmar en parte la tesis de que este tipo de contratación se utiliza como forma de ajuste por las empresas desde que se inauguró la existencia de contratos temporales en España en 1984.
Un 30% de contratos perdidos en 2020
Otra estadística, la del INE, señala en este sentido que, de los casi 700 mil empleos perdidos en el tercer trimestre de 2020 respecto al año anterior, casi 600 mil corresponden a trabajadores temporales, tal y como apuntaba la última encuesta de población activa elaborada por este Instituto de Nacional de Estadística.
A pesar de ello, la tasa de temporalidad repuntó 1,8 puntos en este momento, con respecto al trimestre anterior, hasta rozar el 24,2%; lo que indica que la mayor dureza del ajuste de los temporales tuvo lugar precisamente entre los meses de abril, mayo y junio; es decir, durante el Gran Confinamiento.

Gráfico: Randstad
Pero no todos los sectores se han visto igualmente afectados. En general, la economía perdió casi un 30% de los contratos temporales, especialmente en las zonas más dependientes del turismo. Pero, mientras que la agricultura apenas rebajó su volumen total de contratos en 2020 un 8% respecto al año anterior, la construcción lo hizo un 11% y la industria un 13%, el sector servicios —el gran perjudicado— sufrió un hundimiento cercano al 40%; exactamente un 37,5%.
“Hasta que la crisis sanitaria no se solvente completamente, el volumen de contratación temporal no regresará a los niveles de 2019”, afirma Valentín Bote, de la consultora Randstad.
El empleo doméstico aguanta
Con mayor grado de detalle, los datos de contratación temporal permiten ver que el empleo doméstico aguantó en este sentido con bastante firmeza la crisis, con una caída limitada al 5%; en tanto que otros sectores como la citada agricultura y pesca, un 8%, y la logística completan el pelotón de las únicas ramas de actividad con caídas inferiores al 10%.
Por regiones, Canarias y Baleares, con pérdidas de contratos temporales cercanas al 45%, en el primer caso, y del 53%, la segunda, son las comunidades que más sufren esta caída de la contratación temporal en 2020 con relación al año anterior.
Sin embargo, por provincias, a la esperada aparición de Tenerife entre las más damnificadas se unen otras como Salamanca o A Coruña, con caídas cercanas al 37% en ambos casos.
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