Los megavatios que suman los proyectos de las diversas empresas que participan en la subasta de adjudicación de potencia renovable que se celebra este martes es superior en varias veces a los 3.000 megavatios del concurso. El interés, después de más de tres años sin este mecanismo de acceso a la generación ‘verde’, se extiende entre todos los tipos de sociedades relacionadas con la transformación energética, desde las eléctricas integradas y las petroleras a los desarrolladores de energías verdes.

La recuperación por el Ministerio de Transición Ecológica de las subastas (ésta es la primera que se celebra con Teresa Ribera como ministra) ha atraído a esta puja a actores interesados en las instalaciones fotovoltaicas, a las que se le ha reservado 1.000 megavatios. A esta tecnología, que ha evolucionado de forma significativa reduciendo costes, se le ha reservado un total de 10 gigas para las subastas ya diseñadas para los próximos años.

«Había hambre de proyectos de inversión al alcance de todos los operadores», destaca un experto del sector de un banco de inversión. Las pujas actuales son por un cupo objetivo de 3.000 megavatios, de los que, además de los 1.000 megas para las fotovoltaicas, otros 1.000 megas son para la eólica, mientras que los 1.000 megas restantes no tienen adjudicación tecnológica.

Además de las eléctricas integradas (Endesa, Iberdrola, Naturgy), acuden, según fuentes del sector, Repsol, Acciona, Forestalia, Capital Energy y EDP Renovables. En la última subasta 40 empresas consiguieron adjudicación de potencia.

No obstante, esta subasta se celebra con la nueva normativa. Y uno de los objetivo es evitar los operadores que no son tal y quieren acceder para especular después. Es decir, se intenta luchar contra la creación de nuevas burbujas en las renovables. Los proyectos tienen que ir acompañados con planes de empelo y de impacto en las zonas en las que se ubiquen. Se intenta además trasladar al consumidor los ahorros que se logren con las nuevas instalaciones.

En este contexto un tema central es el precio fijado por los participantes para salir ganadores. En el sector eléctrico se espera tendencias a la baja en todas las tecnologías, que serían muy bien recibidas por el ministerio.