Si virtualiza sus datos, el sector financiero afrontará mejor los retos presentes y futuros

07/02/2021

José Andrés García, de Denodo. Será una de sus principales ventajas competitivas.

Con las esperanzas puestas en 2021, las entidades e instituciones que forman parte del sector financiero confían en una recuperación gradual. Aunque no ha sufrido las repercusiones que tuvo la crisis en 2008 y tampoco se ha visto tan impactado por la pandemia como el turismo o la hostelería, el sector se enfrenta a importantes desafíos. En este sentido, la firma de análisis Scope Ratings publicó recientemente su informe European Banking Outlook. En este estudio, que recoge sus perspectivas para 2021, descarta el peor escenario de un riesgo sistémico, dado que los reguladores —entre ellos, el Banco Central Europeo— continuarán con sus estímulos fiscales y monetarios. Sin embargo, el informe también señala que mantendrán una rentabilidad muy baja y una gran necesidad de reducir costes.

Esa situación explica, en parte, que se estén produciendo movimientos corporativos como grandes fusiones y adquisiciones a escala nacional. La otra razón es que favorecen economías de escala en las inversiones en tecnologías de la información. Ocurre que, en los últimos años, los bancos tradicionales tienen que competir con multitud de startups y pequeñas entidades financieras cuyos productos y servicios tienen un alto componente de innovación tecnológica. Eso les ha impulsado a acelerar sus procesos de transformación digital y a tener cada vez más una menor dependencia de sus redes de oficinas físicas. Este hecho, además, se ha visto muy potenciado por la situación de pandemia, dado que se intenta promover el contacto remoto con los clientes para evitar situaciones de contagio.

Por otra parte, las entidades financieras también se enfrentan a otro reto significativo: el cumplimiento de una regulación que cada vez es más extensa y compleja. Un informe de la firma Medici estima que, entre 2008 y 2016,  se produjo un incremento del 500% en cambios regulatorios que afectan al sector bancario, y en los cuatro años siguientes también entraron en vigor normativas muy relevantes. Un ejemplo de ellos es el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR,) que ha tenido un impacto significativo en las entidades financieras.

Y otras regulaciones que sí son específicas, como la Directiva 2015/2366 de Servicios de Pago DSP2 y la Directiva MIFID II, también las han obligado a hacer grandes cambios en sus operaciones y, sobre todo, en la manera en la que gestionan los datos, que no dejan de ser información regulada, buena parte de ella procedente de múltiples fuentes y formatos, estructurados o no, que además se pueden encontrar en múltiples ubicaciones distintas. Y todo ello se agrava mucho más en los procesos de fusión, debido a las dificultades de migración entre diferentes entidades.

Imagen obtenida en la web de Denodo.

Cualquiera de esas circunstancias puede suponer un problema futuro para todas las entidades, incluso para las nuevas, más ágiles, y donde la tecnología forma parte de su estrategia desde su creación. Ahora bien, por el simple hecho de que no utilicen modelos de CRM más antiguos —como los que usa banca más tradicional— o porque tengan toda su arquitectura en la nube, es erróneo considerar que la manera de gestionar los datos por parte de las FinTech ya es lo suficientemente flexible y rápida como para adaptarse a los cambios de los próximos años,

Datos en tiempo real
Afortunadamente, la respuesta que las entidades pueden tener ante estos retos está, de nuevo, en la innovación. De hecho, sus problemas de gestión de datos se pueden solventar con un enfoque tecnológico diferente: la virtualización de datos. Con esta tecnología, las entidades pueden tener en una única vista todos sus datos en tiempo real, sin importar de dónde procedan o en qué formato se encuentren. Con ella, podrán centralizar sus procesos de gobernanza, ciberseguridad y cumplimiento de todas las regulaciones que afectan a los datos. Además, les aportará una gran ventaja frente a futuras regularizaciones; como tienen un control total sobre los datos en tiempo real, podrán reorganizarlos y adaptar sus permisos de acceso de manera muy rápida antes de que entren en vigor.

Por otro lado, la virtualización de datos puede jugar también un importe papel en sus operaciones de monetización de datos: cada vez más entidades financieras utilizan la información recabada sobre la valoración de activos financieros e inmobiliarios, para ofrecerla a terceros y así obtener nuevas fuentes de ingresos. La virtualización de datos les permitirá hacerlo todo de manera mucho más eficiente.

En definitiva, una gestión óptima de los datos es mucho más que una mejora que se circunscribe a procesos internos; puede constituir una gran ventaja estratégica para las entidades que la adopten. Por el contrario, aquellas empresas que no estén preparadas para los cambios que están por venir, se quedarán atrás. La virtualización de datos es la mejor manera de que estén listas para los retos del presente y del futuro.

José Andrés García, responsable de Denodo en Iberia y Latinoamérica.

José Andrés García es el máximo responsable para Iberia y Latinoamérica de Denodo, empresa tecnológica especializada en virtualizar datos empresariales no estructurados, estructurados, big data y en la nube, repartidos entre sistemas heterogéneos. Por otra parte, Denodo se ocupa de la integración de esos datos, para gestionarlos con una seguridad y gobernanza centralizadas y, finalmente, entregarlos a los usuarios en tiempo real.

Más información
⇒ Descargar el eBook Virtualización de datos para Dummies
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