Gráfico: Puertos del Estado

La huelga pasa de largo en los puertos españoles. El organismo público Puertos del Estado, responsable del flujo de medio millón de toneladas a manos de un ejército de 150.000 trabajadores, ha logrado de momento esquivar la huelga. La dirección de la entidad ha accedido a pagar los atrasos y actualizar los salarios de sus 4.500 trabajadores. A falta de la verificación del acuerdo, un puñado de sindicalistas encerrados en la sede central de la compañía decidió ayer finalizar su encierro.

Diecisiete días de protestas han acabado cuando los sindicatos CCOO, UGT y CIG recibieron de boca del presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, la promesa de subir el sueldo a sus empleados un 2,3%, en 2020, y un 0,9% en 2021. Antes, fue necesario que el ministerio de Hacienda diera el vistobueno. Y alejara la huelga prevista en este ecosistema que maneja el 60% de las exportaciones y el 85% de las importaciones españolas.

Los trabajadores, según confirmó a diarioabierto.es el responsable de Puertos de Comisiones Obreras (CCOO), Pedro Suárez Benavente, esperan ahora a ver con sus propios ojos la autorización del ministerio de Hacienda en una nueva reunión con el presidente de la entidad el próximo 24 de marzo.

La autorización llegada de una comisión del ministerio de Hacienda — la CECIR: Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones — ha permitido desbloquear la entrada en vigor del III convenio colectivo de Puertos del Estado y Autoridades Portuarias, que se firmó el año pasado tras una década de dilaciones.

El convenio regula las condiciones de trabajo de 4.500 trabajadores, encargados de organizar la vida portuaria en las 46 instalaciones de titularidad estatal, repartidas por los 8.000 km de costa española, la mayor línea costeras de los países de la Unión Europea (UE).

Afecta por tanto al personal de mantenimiento, policía portuaria, encargados del control ferroviario, personal administrativo y el resto de operarios que coordinan la labor de los 35.000 trabajadores directos — estibadores o remolcadores, entre ellos — que trabajan en un ecosistema donde además pululan otros 110.000 empleados diversos, como los transportistas y el resto de oficios que ayudan a mover cada año ese medio millón de toneladas.

El virus golpea el tráfico en los Puertos

Un tráfico que el año pasado quedó tocado por la pandemia de coronavirus, con un descenso del 8,7% en el tráfico de bienes y productos respecto a 2019 en esa red de instalaciones, donde por su volumen descuellan Algeciras, Valencia, Barcelona, Bilbao y Las Palmas.

La bajada del tráfico no ha afectado a todos por igual. Graneles sólidos, por ejemplo, quedó hundido por el desplome del tráfico de carbón. Graneles líquidos como el crudo y el fueloil también experimentaron caídas. Mientras que mercancías en general, como aceites, abonos, frutas y hortalizas, bajaron un 4,5% en un año; en tanto que los pasajeros casi desaparecieron a partir de marzo, especialmente en los cruceros.

La entrada en vigor del tercer convenio de Puertos de Estado resuelve un nuevo conflicto en las instalaciones portuarias, después de que en 2017 los trabajadores de la estiba llevaran a cabo una huelga que puso en jaque el tráfico en esta infraestructura.