El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo ha reconocido ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que recibió un encargo de Repsol y CaixaBank para evitar que Sacyr Vallehermoso se hiciera, junto con Pemex, con el control del consejo de administración de la energética, pero asegura que en ningún caso trató este asunto con sus  presidentes, Antonio Brufau y entonces Isidro Fainé, respectivamente.

Afirma que a compañía energética y el banco se pusieron en contacto con él por el «ataque sufrido» y por el riesgo de que Repsol pasara «a manos extranjeras». Los encargos los hicieron Rafael Araujo (ex director de Seguridad Corporativa de Repsol) y Miguel Ángel Fernández Rancaño (ex jefe de Seguridad de CaixaBank), ambos imputados en la causa.

Villarejo desvincula de este asunto al que fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño.

Declara que se involucró en este asunto porque el entonces exdirector adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional, Miguel Ángel Fernández-Chico (ya fallecido), se lo encargó por el carácter estratégico que tenía para España; y porque estaba indignado con el hecho de que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no quisiera hacer nada por proteger a la empresa española.

Sobre el espionaje al presidente de Sacyr, entonces Luis del Rivero, asegura que nunca utilizó medios policiales para realizar este trabajo ni intervino llamadas telefónicas y que si tuvo un listado con el tráfico de llamadas fue porque se lo facilitó el CNI.

Reconoce que se reunió en varias ocasiones con el encargado de Seguridad de Sacyr Rodrigo Álvarez Vázquez, quien en su declaración como testigo ante el juez afirmó que llegó a recibir del Grupo Cenyt un documento de 11 páginas en el que se alerta de que se estaba espiando a Del Rivero y se añadía una propuesta económica ofreciendo sus servicios por valor de 75.000€ para contraatacar a Repol y obtener información delicada de su presidente, pero que Sacyr declinó la oferta.

Villarejo afirma que si dio algún tipo de documento  no era para ofrecer sus servicios, sino para engañarle y obtener información en beneficio de Repsol.

Sobre el espionaje a la constructora Martinsa-Fadesa, de Fernando Martín, sostiene que este encargo de proteger a Persán (que había invertido 100 millones€ en la empresa) le llegó de personas cercanas al exvicepresidente del Gobierno y exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba (ya fallecido), debido a que una «firma vinculada» al PSOE. Y cita al que fuera su jefe de gabinete, Gregorio Martínez, y el ex DAO Fernández-Chico.

Villarejo enmarca este asunto en una lucha interna entre dos facciones del PSOE andaluz, una de ellas liderada por Rubalcaba y la otra por la actual vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.