Estado de malestar

22/02/2021

Josep M. Orta.

La detención de Pablo Hasel ha provocado todo tipo de protestas de muy diverso calado. Dejando al margen la causa primera que ha ocasionado estas protestas (a mi modo de ver no todo se puede justificar en nombre de la libertad de expresión) hay causas más profundas que han propiciado que mucha gente se aproveche de este suceso para mostrar su evidente malestar, unos de forma pacífica y otros con actuaciones claramente rechazables (el vandalismo no forma parte de estas protestas, es otra cosa). De alguna manera una condena que puede ser exagerada ha sido la gota que ha colmado el vaso para aglutinar a muchas personas que están descontentas -e incluso desesperadas -por muchos motivos.

Las manifestaciones, los incendios y los enfrentamientos con las fuerzas policiales que estamos viendo estos días son, por una parte, producto de las limitaciones que a causa del coronavirus sufre la sociedad desde hace tiempo pero también del progresivo recorte de las libertades públicas con unos beneficiarios claros ante los cuales la sociedad se halla desportegida.

Los gobiernos de Rajoy fueron unos maestros en aprovechar las crisis para recortar derechos y libertades mientras que cuando han accedido al poder los socialistas no han sabido, no han querido o posiblemente no les ha interesado derogarlas. La la ley mordaza no sólo está en vigor si no que funciona a pleno rendimiento y entretanto los ciudadanos están indefensos ante las denuncias de cualquier cuerpo policial. Los tribunales también parece que les ha entrado el gusto en participar activamente con sus decisiones en la vida política y la “adaptación” que hacen de las leyes según sus intereses cada vez es más escandalosa.

La precariedad laboral y los impuestos que gravan al pequeño y mediano comercio, los elevados costes que representan las matrículas universitarias y las pocas perspectivas de futuro que tienen los jóvenes, el déficit de viviendas sociales o los recortes de una sanidad pública en beneficio del sector privado, la situación de un fuerte contingente de emigrantes, por no decir en el incremento presupuestario de las partidas destinadas al ejército o a las de una poca ejemplar casa real son un caldo de cultivo que ha propiciado que cualquier chispa -en este caso el rapero Hasel, provoque un incendio convenientemente atizado por actuaciones policiales en muchos casos desproporcionadas.

Cada uno es responsable de sus hechos y evidentemente hay quien se ha extralimitado en su derecho de protesta o grupos antisistema que han aprovechado la situación para actuar a sus anchas. Sin embargo los que han propiciado este malestar general de la sociedad no parece justo que se vayan de rositas por que, en buena parte, son los responsables de esta explosión de protestas. No es bueno rasgarse las vestiduras con los efectos y no buscar las causas que lo producen.

De aquellos polvos estos lodos….

¿Te ha parecido interesante?

(+3 puntos, 3 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.