Iberdrola se apunta al crecimiento. La cifra de inversiones no sólo aumenta, además se diversifica: los proyectos se adentran y pretenden consolidarse en otras tecnologías, también relacionadas con las energías renovables. Una expansión que espera aumente los beneficios y la rentabilidad para los accionistas.
Junto a la presentación de los resultados de 2020, el grupo que preside Ignacio S. Galán ha anunciado una hoja de ruta que modifica el horizonte del plan estratégico, y lo hace al alza. Iberdrola proyecta invertir 150.000 millones de euros hasta 2030 (la cifra más alta de una empresa española), año en el que prevé obtener unos beneficios por 7.000 millones de euros. El plan estratégico las inversiones presentado en noviembre estaban cuantificadas en 75.000 millones hasta 2025.
La energética parte de una situación que, aun afectada por el Covid-19 por 218 millones en 2020, le permite presentar un beneficio superior en un 4,2% respecto al año precedente, hasta lo 3.661 millones de euros. Sube el Ebitda (resultado bruto de explotación) subyacente en un 8%, excluyendo el efecto de la pandemia y del impacto de las cotizaciones de las monedas. El mercado español se comportó peor que otras áreas geográficas, y la compañía se siente fuerte para elevar el dividendo por encima del objetivo mínimo anterior.
Un objetivo global del plan de inversiones es alcanzar una potencia instalada de 95.000 megavatios al final de la década. Además de la eólica terrestre y fotovoltaica, la compañía confía en otros vectores de crecimiento: el hidrógeno verde y la eólica marina.
Los activos de eólica marina de Iberdrola suman ahora 1,3 gigavatios instalados, que se triplicarán con las instalaciones offshore que están en construcción – 2,6 gigas-. Si bien, los planes diseñados suponen otros 19 gigas, de los que 9 gigas están preparados para iniciar la construcción. Se ubicarán en Suecia, Japón, Polonia e Irlanda. Es una tecnología que contribuyó al Ebitda con 585 millones de euros, con un crecimiento del 72%. Llegará a los 2.300 millones de euros en 2030.
En hidrógeno verde, actividad en la que ya está inmersa, ha presentado 53 proyectos para acogerse al programas Next Generation EU, que apoyarán inversiones de 2.500 millones para alcanzar una producción anual de 60.000 toneladas al año. El objetivo es avanza en la descarbonización de la economía, tanto en la producción como en el transporte. Los planes se centran en España y Reino Unido. No pretende acceder a Next Generation únicamente para el desarrollo del hidrógeno verde, también para la construcción de redes inteligentes.
En este contexto, Galán ha señalado en la conferencia con analistas que en los próximos meses participará en subastas en Reino Unido, Estados Unidos, Dinamarca, Francia, Japón y Alemania para seguir impulsando su crecimiento en eólica marina, En esos países se centra la apuesta de la energética en esa tecnología para los próximos 12-18 meses. «Estamos analizando y trabajando en los proyectos para poder participar en estas subastas», subrayó.
El crecimiento de los próximos años espera que llegue, asimismo, por el aumento de la base de clientes. En 2020, Iberdrola registró 43,8 millones de contratos, que prevé elevar a 48,5 millones a finales de 2021. A unos 60 millones en 2025 y unos 70 millones en 2030.
Iberdrola va a proponer una retribución al accionista con cargo a 2020 de 0,42 euros/acción, un 5% más que en 2019. Y tiene previsto pagar 0,44 euros en 2021, 0,56 euros por acción en 2025 y alrededor de 0,75 euros en 2030.
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