Los accionistas minoritarios agrupados en la plataforma AbengoaShares intentan salvar a las filiales de la empresa de ingeniería y tecnología -Abenewco 1-, que controlan los activos rentables de la matriz Abengoa.

Con la anulación de la junta, los accionistas minoritarios, que intentaban sustituir el actual consejo (formado por dos personas) y que entrase Clemente Fernández como presidente, tienen que cambiar de táctica. Ahora, el escenario es aún más complicado, y el riesgo de quiebra, de una mayor fragmentación del grupo y de que los acreedores vendan los activos más rentables, parece una cuestión de tiempo.

En paralelo a la constitución de la administración concursal que gestionará el proceso, los accionistas, que no lograron entrar en el consejo, intentan salvar la filial, para que no se vea arrastrada por la matriz. La operación es compleja, ya que los acreedores cuentan con garantías a sus préstamos sobre la filial; el conjunto de la deuda se eleva a más de 6.000 millones de euros. El plan se basa en recibir ayudas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), aunque un gran obstáculo es demostrar que la crisis de Abenewco 1 esté relacionada con la pandemia, que es el fin de los fondos de la entidad pública.

El colectivo que dirige Clemente Fernández, que está curtido en otras crisis empresariales, intenta también lograr en alguna medida el apoyo de los acreedores, fondos y bancos, que están dirigidos por KKR y Santander. Sin el  respaldo de estas entidades, que pactaron un plan de salvación de la compañía cuando estaba presidida por Gonzalo Urquijo, la salida se muestra todavía más problemática.

En el plan, que incluía préstamos y avales, tenía un papel relevante las entidades públicas: ICO y Cesce, pero uno de las cuestiones que le hizo naufragar fue el rechazo de la Junta de Andalucía a aportar un aval por 20 millones de euros. Si bien, entonces, los minoritarios rechazaron el plan por la fórmula de canje de acciones, que consideraron perjudicial para sus intereses. Un punto de partida que dificulta un acuerdo entre Santander y la plataforma de minoritarios.